“Caso Rosita evidencia que pranes mandan en cárceles”

Así lo reseñó el director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, al referirse a la situaciones “de descontrol y corrupción por parte del Estado” que se vive en los centros penitenciarios de todo el país

“El caso de la fuga del criminal Héctor Guerrero Flores conocido como ‘El Niño Guerrero’, el cual está presuntamente relacionado con la actriz Jimena Araya, no es más que una evidencia de que en el sistema penitenciario venezolano ocurren dos cosas: la primera es que el Estado no posee control alguno sobre sus cárceles y la segunda es que algunos presos se dan la gran vida, mientras deberían estar siendo reformados”.

Así lo señaló el director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, al referirse sobre la situación que está detrás del nuevo caso, en la que presuntamente la popular comediante “Rosita” colaboró con la fuga de un reo de alta peligrosidad y 14 presos más, poniendo en evidencia las condiciones en las que se encuentra el sistema penitenciario venezolano.

Falta de normas

Inicialmente, el especialista enfatizó que las falta de normas y la escasa seguridad es una de las mayores fallas que posee actualmente las prisiones, pues al ingresar una visita, ni siquiera es interrogado para saber cuáles son los motivos de su asistencia a la institución.

“Por ejemplo, cuando una alguien va a El Rodeo, lo único que le piden es su cédula de identidad, como si eso no fuera una institución de Estado donde hay personas detenidas por diferentes delitos y que deberían estar bajo una fuerte supervisión. Por esto es que las personas como la joven Araya que ofrece servicios comerciales, no tienen ningún inconveniente para poder ingresar e incluso pernotar en el lugar”, apuntó.

En este sentido, puntualizó que con esa simple acción queda comprobado que el Gobierno Nacional  no posee control sobre las cárceles, pues no ejecuta las normativas necesarias para atender una institución de este tipo, sino que son los mismos presos quienes ejercen la ley.

“Presos son la ley” 

En segundo término, Prado explicó que otra de las causas por la que se presentan estas situaciones, es que los reclusos actúan “irónicamente” con total libertad dentro de las penitenciarias, e incluso han creado una especie de “gobierno interno” mediante el cual recogen una especie de vacuna a la que llama “la causa”, para poder organizar eventos y suplir algunas de sus necesidades.

Según enunció el experto, con esto se puede deducir que existe una especie de complicidad con las autoridades, pues si las entidades competentes conocen que se esta operando de esta manera y “hacen la vista gorda”, sin acudir a la desintegración de este tipo de hechos, no queda más que concluir en que hay una implicación indirecta en la realización de tales actos.

“Como hemos venido diciendo, los reos se dan la vida que ellos quieren. Todos saben que realizan grandes fiestas; de hecho hace algunos meses se divulgó un volante de la visita de un Dj en la discoteca La Tokio, dentro de la cárcel de Tocorón (…) hecho que es totalmente inaudito y muy distanciado de un fin para lograr rehabilitación y la reinserción a la sociedad de estos reclusos”, destacó.

Problemas en aumento  

El director indicó, que las situaciones irregulares en las correccionales del país son un hecho que se ha presenciado desde hace décadas, pero no ha sido sino hasta los últimos 10 años, cuando acciones de inseguridad y corrupción se han hecho más evidentes.

Prado destacó que el caso “Rosita”, fue notable por la participación de una figura pública,  pero no está fuera de la realidad; ya que después de los hechos acontecidos en el mes de julio en El Rodeo, que dio pie a la creación del Ministerio de Asuntos Penitenciaros cuya finalidad principal era aminorar los índices delictivos acaecidos en los penales, sólo ha logrado obtener resultados adversos.

Los hechos de violencia, por ejemplo, han aumentado en un 15% igual que el hacinamiento que ha crecido considerablemente. De hecho, han sido asesinados varios autoridades de diferentes estados del país, tales como el director de servicios penitenciarios del Internado Judicial de Barinas, la directora del anexo de mujeres del  Reten de Táchira y la directora de la Cárcel de Mérida, todos ultimados en el presente año en manos del sicariato.

“¿Entonces de que vale que hayan creado un ministerio? Si todo ha incrementando y empeorando. Además, de nada ha valido los planes como ‘El Cayapa’, ‘El Cambote’, ‘Maita’ y ‘Llegó la chamba’, que son sólo nombres, porque en el fondo no atacan estructuralmente el problema, que es multifactorial”, concluyó.

Llamado a la reflexión 

Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, hizo un llamado de reflexión ante el caso “Rosita”, para que aquellos que deseen ingresar de visita a una cárcel sin tener necesidad “lo piensen dos veces”, y también a las autoridades para que se aboquen a resolver “de una vez por todas la crisis penitenciaria”.

“Es lamentable ver como una muchacha joven y con futuro, este metida en un problema como ese, y que además vaya a parar ahora en una cárcel y de las venezolanas, que son bien destructivas y contaminan tanto a un ser humano”, manifestó el especialista.

Prostitución en cárceles 

Según información no oficial, la actriz Jimena Araya conocida como “Rosita”, presuntamente mantenía una relación sentimental con el pran de Tocorón “El Niño” Guerrero, aunque algunos aseguran que dicho noviazgo era producto de un supuesto “servicio sexual” que ofrecía la joven dentro del recinto penitenciario.

Este planteamiento ha calado en la opinión pública por el hecho de que los privados de libertad, poseen ciertas autonomías dentro de las instituciones donde se supone, deberían estar bajo un proceso de rehabilitación para su futura reinserción a la sociedad.

Sin embargo, esta situación no es novedad. Vale recordar que durante el mes de julio de 2011, en la cárcel de Los Teques se realizó un motín entre reos, que dejó como resultado seis personas fallecidas, presuntamente tras una disputa entre un varios presos a causa de la atención de una prostituta.

Anabel Barrios Díaz    

abarrios@diariolavoz.net

@anabelbarrios

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