Si no logra que la justicia, la paz, la tolerancia, la convivencia y la autoridad reinen en su edificio, mucho menos existirán en el país porque cada condominio es el reflejo en miniatura de un pequeño y complicado país
Estoy absolutamente convencida que un edificio y su junta de condominio son el reflejo exacto de un país.
Basta hacer una revisión de las cosas que suceden para convencernos que el símil es perfecto. La anarquía reina en muchos de nuestros condominios repitiéndose los mismos patrones que en algunas gestiones de poder político. La inseguridad, la corrupción, la impunidad, el abuso de poder, la indiferencia y hasta las confrontaciones entre “gobierno y oposición” son parte del día a día. Hay también “conspiraciones”, actos arbitrarios de poder, persecuciones, amenazas y abstención.
Movilizar a los vecinos suele convertirse en un acto heroico, las juntas y asambleas permanecen desiertas, porque nadie quiere participar en algo que consideran no es trascendente. Lamentablemente no se ha entendido que no sólo se trata de un derecho sino de un deber de los comuneros.
Usted es responsable
Cada vez que faltamos a una asamblea de vecinos se están decidiendo cosas por las cuales vamos a pagar sin ni siquiera saber de qué se trata: Si usted se encuentra un nuevo portón, que quitaron los vigilantes, que no hay agua, que el edificio está sucio y etc., el único responsable es usted y los demás que permitieron que una gestión de gobierno se ejerza sin su opinión, sin su aprobación o sin su oposición.
Haga una revisión de cuánto conoce sobre las deudas del condominio, de las tareas y proyectos aprobados, de los pagos pendientes a los acreedores y proveedores. Estoy casi segura que no sabrá la respuesta, porque lamentablemente creemos que la vida en nuestra casa es autónoma e independiente de la del edificio. Eso mismo pensamos del país, creemos que al cerrar la puerta todo afuera sigue sin afectarnos, sin darnos cuenta que si perdemos el edificio perdemos nuestra casa, y que si perdemos el país perdemos todo.
Jamás estamos atentos al giro administrativo que hacen los miembros de la junta de condominio, ni la empresa que administra nuestro dinero. Puede correr con la suerte de encontrar personas honestas que no cometan actos ilícitos, pero sin supervisión es muy fácil que por acción u omisión se produzcan hechos irregulares que pasen desapercibidos.
En busca de la paz
y la tolerancia
El abuso de muchos vecinos es el mismo que vemos en la calle. Vehículos parados donde no corresponde, música a alto volumen, lanzar basura por las ventanas, mala educación, falta de cortesía, deterioro de las áreas comunes. Gritos, peleas domésticas con groserías y violencia grave. Las mascotas que hacen sus necesidades en el ascensor, en los patios comunes y hasta en la puerta de su casa.
No puedo dejar pasar por alto un tema que se repite: las filtraciones producidas por un apartamento de otro que se niega a repararla, olvidándose que es una clara obligación civil.
La ley no alcanza para describir a la perfección todas y cada una de las circunstancias, muchas veces, karmáticas que suceden ante el silencio de la mayoría de la comunidad. La creatividad está ausente en las gestiones de condominio y aparecen las mismas excusas que se repiten en gestiones públicas de gobiernos para justificar la ineficiencia o los hechos irregulares. Poco a poco se puede ir deteriorando no sólo el aspecto físico de la estructura donde vivimos, sino también la calidad de vida y la posibilidad de convivir en paz.
Si no logra que la justicia, la paz, la tolerancia, la convivencia y la autoridad reinen en su edificio, mucho menos existirán en el país porque cada condominio es el reflejo en miniatura de un pequeño y complicado país.
Comencemos por cambiar el edificio que es la muestra más cercana al ejercicio responsable, consciente, directo y relevante de la ciudadanía.
TIPS PARA QUE TE DEFIENDAS
1.Acuda al llamado de la junta de condominio y a las asambleas que se convoquen para tratar temas que son relevantes a todos, pues todo aquello que se trate de su edificio le incumbe porque es el lugar donde vive.
2.-Participe activamente. De su opinión, disienta con argumentación. Proponga ideas distintas y contribuya a ejecutar proyectos que sean del beneficio de todos.
3.-Revise cuidadosamente la factura del condominio. Detalle qué le están cobrando y contraste esa información con la realidad de lo que existe. Si hay algo que no reconozca, que le parezca extraño, o que no se autorizó a través de una asamblea inmediatamente manifieste por escrito su disconformidad y haga el reclamo.
4.- Exija rendición periódica de cuentas, donde esté claro cuáles son los gastos, quienes son las empresas proveedoras de servicios. Revise inclusive la facturación para asegurarse que no hay irregularidades que permitan o faciliten el manejo ilícito de su dinero.
5.-Entienda que el manejo inadecuado del dinero del condominio permite el ejercicio de acciones legales, no sólo en el ámbito civil sino en el área penal como podría ser: fraude, apropiación indebida y hasta estafa. No permita que la impunidad reine también en su condominio.
6.-Exija que se cumplan las normas de condominio que son la ley de su edificio. No permita que se haga nada de lo que está prohibido. Callar, no quejarse y no interrumpir el acto perturbador provocará que la anarquía reine, tal cual en las calles de nuestro país.
PARA QUE TE DEFIENDAS
Mónica Fernández
Twitter: @monifernandez