El Ministerio de Seguridad de Argentina anunció ayer que abonó a los gendarmes y prefectos los sueldos correspondientes a septiembre sin recorte salarial
BUENOS AIRES. El Gobierno argentino convocó ayer a los representantes de la Prefectura (Guardacostas) en un intento de buscar un acuerdo que permita frenar la inédita protesta de esa fuerza de seguridad, en la que también participa la Gendarmería.
El nuevo titular de la Prefectura, Luis Alberto Heiler, mantuvo en la tarde encuentros con representantes de esa fuerza, que exigen un salario mínimo de 7.000 pesos (unos 1.100 euros) en nómina y el compromiso de que no habrá represalias contra los participantes en las movilizaciones, que comenzaron el martes en protesta por recortes salariales.
El nuevo diálogo se produce tras el fracaso de la reunión mantenida esta madrugada, que terminó con el compromiso gubernamental de responder a las demandas de los agentes el próximo martes.
Fuentes de la Prefectura citadas por la agencia oficial Télam indicaron que el encuentro tiene como objetivo “recomponer los lazos de autoridad que se vieron deteriorados en las últimas horas”.
En tanto, el Ministerio de Seguridad anunció ayer que abonó a los gendarmes y prefectos los sueldos correspondientes a septiembre sin recorte salarial.
La postura oficial no convenció a los manifestantes, que optaron por mantener las protestas callejeras que han dejado imágenes insólitas dado que las fuerzas de seguridad del Estado no tienen permitido manifestarse en la vía pública.
La protesta provocó el miércoles el relevo de 20 generales de las cúpulas de Gendarmería y la Prefectura (Guardacostas).
“Los gendarmes no están sublevados, no están quebrando la escala de mando. Lo que están reclamando es su sueldo”, afirmaba hoy a Efe Óscar Gauna, abogado y gendarme retirado.
“La señora presidente (Cristina Fernández) es la que debe resolver este problema. Tenemos mucha fe porque es una señora que conoce a los gendarmes que han colaborado en la Patagonia argentina para construir los polos de desarrollo”, agregaba.
“El gendarme está en guerra, sí, pero contra la delincuencia, que no es una guerra en sí”, concluía Gauna.
Agencias