La pareja pidió ayuda para poder continuar con su actividad económica de comida, la cual le ha sido clausurada en Higuerote
Una pareja de esposos tomó la decisión de coserse la boca porque dicen que se sienten atropellados por Omar Alcalá, director de la Policía Municipal, según lo manifiestan en un documento presentado al Concejo Municipal de Brión, en el que explican que “de manera arbitraria y valiéndose de su autoridad y sin razón legal aparente a clausurado un pequeño puesto de venta de cachapas de mi propiedad, sustento de mi familia, el puesto está ubicado en la Avenida Andrés Eloy Blanco, frente a la plaza Dolores Rivas, en la planta baja del edificio Uberito”.
Juan Carlos Tovar Verdú y su esposa Sandra Carrillo, en avanzado estado de gestación, dicen en el documento que tienen la debida aprobación del Consejo Comunal del edificio y los alrededores; sostienen que el puesto no obstruye el paso peatonal, no venden bebidas alcohólicas ni sustancias psicotrópicas, no perturba ni molesta a nadie y por el contrario se encargan de mantener el área y alrededor limpios.
Juan Carlos dice ser el sostén de hogar, padre de 04 niños y uno que viene en camino los que mantienen con ese negocio junto con su esposa. Pidió a las autoridades ayuda para poder trabajar y que se respete su derecho a ejercer una actividad económica “no les pido plata ni ayuda económica solo que me dejen trabajar para sostener a mi familia”, manifiesta el denunciante al cual conocen coloquialmente en Higuerote como Juan Cachapa. La pareja manifestó se hizo denominar “Los indignados de Higuerote”, por el atropello a su familia.
Mariana Gates
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