El príncipe de Asturias emplazó ayer a las empresas españolas a emplear el “gran potencial” de que disponen para afrontar la crisis, ya que “momentos difíciles” como los actuales posibilitan “dar pasos a oportunidades que puedan ser aprovechadas” con una mayor implantación en mercados más amplios.
Felipe de Borbón lanzó este mensaje ante un foro de empresarios españoles y ecuatorianos reunidos en Quito (Ecuador) para analizar las posibilidades de negocio en este país, que el heredero de la Corona española visita por vez primera junto a la princesa Letizia.
Más allá de respaldar a las firmas españolas asentadas en el país andino, en su discurso de clausura instó a todas las empresas de España a reforzar su “creatividad y dinamismo” ante la crisis, algo que en su opinión “debe traducirse claramente en una mayor proyección e implantación en mercados cada vez más amplios”.
Porque, explicó, “el espíritu emprendedor, unido a la apertura hacia nuevos mercados y oportunidades son herramientas muy valiosas y necesarias para superar con éxito las dificultades”.
Como ejemplo puso a las entidades que han decidido asentarse en Ecuador, exponentes todas de una Marca España que representa “calidad y excelencia”.
Indicó además el príncipe que en un mundo “cada día más global y más competitivo” es preciso que la interdependencia económica y financiera se convierta “en un activo y una plataforma de nuevas oportunidades”.
Y remarcó que ese espíritu emprendedor “no desfallece ante las adversidades de un entorno favorable” y se da en España porque tiene “empresas punteras, competitivas, modernas e innovadoras” en muchos sectores productivos.
El balance de las relaciones económicas bilaterales entre Ecuador y España es según el príncipe Felipe “muy positivo”, fundamentadas “en la tradición, la intensidad y la amplitud de nuestros vínculos”, en una “cultura y valores comunes” y “en el buen entendimiento, tanto a nivel público como privado”.
La traducción en cifras es un comercio bilateral próximo a los 1.000 millones de dólares al año, máximo histórico logrado por un crecimiento del 45%.
“No hay duda de que la crisis económica ha empujado a empresas españolas a buscar mercados en el exterior y que Ecuador se ha situado con fuerza como un destino prometedor”, ha proclamado.
Agencias