Las autoridades mexicanas ofrecían una recompensa de hasta 1,2 millones de dólares por información que llevara al arresto de Salvador Martínez, colaborador directo del máximo líder de la organización
La Marina mexicana asestó un duro golpe a Los Zetas al capturar al jefe del noreste de México, la región más importante de esa organización criminal, y presunto responsable de la muerte de más de 300 personas, incluidos 72 indocumentados en 2010, y la fuga de reos, quien fue presentado ayer ante los medios.
Se trata de Salvador Alfonso Martínez, alias “Ardilla”, supuesto dirigente de Los Zetas en los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, detenido el sábado en la ciudad de Nuevo Laredo, fronteriza con EE.UU.
El portavoz de la Secretaría de la Marina, José Luis Vergara, detalló que Martínez fue capturado en la colonia El Campanario cuando se desplazaba en un vehículo horas después de un enfrentamiento entre personal naval y “zetas” en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Las autoridades mexicanas ofrecían una recompensa de hasta 1,2 millones de dólares por información que llevara al arresto de “Ardilla”, de 31 años y “hombre de confianza y colaborador directo de Miguel Ángel Treviño Morales”, alias “Z-40″, máximo dirigente de Los Zetas.
Martínez, quien se mostró sonriente y desafiante durante la rueda de prensa celebrada en las instalaciones de la fiscalía mexicana, es considerado el “autor intelectual de la muerte de 72 indocumentados” en un rancho del municipio de San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010.
Además, es el presunto responsable de la muerte de más de 200 personas halladas en fosas clandestinas en Tamaulipas, así como del asesinato por propia mano de otras 50 en diferentes partes del país.
Entre sus víctimas, según la Marina, estarían el estadounidense David Hartley, asesinado el 30 de septiembre de 2010, así como el comandante policial Rolando Armando Flores Villegas, a cargo de la investigación del homicidio del primero.
“Se presume que también está vinculado con la fuga de 151 reos del penal de Nuevo Laredo, Tamaulipas, ocurrida en diciembre del 2010″, y la de 132 reclusos de la cárcel de Piedras Negras, Coahuila, registrada el 17 de septiembre pasado, indicó Vergara.
El portavoz dijo que “Ardilla” comenzó en 2002 su carrera delictiva en Nuevo Laredo, su ciudad natal, cuando fue reclutado como halcón (vigilante) por el cartel del Golfo y su entonces brazo armado, Los Zetas.
En 2004 se convirtió en sicario a las órdenes de Treviño Morales, y dos años después asumió como número dos de Nuevo Laredo.
En 2008 es enviado como jefe de Coatzacoalcos, en el oriental estado de Veracruz, donde es detenido por las fuerzas de seguridad y después liberado por un grupo de sicarios.
Luego de unos meses en el que estuvo escondido en Coahuila, fue enviado a pelear localidades de los estados norteños de Durango y Chihuahua hasta que en 2010, cuando se produce la ruptura entre Los Zetas y el cartel del Golfo, se convierte en jefe de Tamaulipas.
Tras la captura de Martínez, fueron arrestados en dos acciones más en Nuevo Laredo otros cinco presuntos delincuentes, a quienes les fueron decomisadas cinco armas largas, dos cortas, dos granadas, más de 2 mil cartuchos, dos vehículos, entre otros objetos, añadió la Marina.
Los Zetas, un grupo integrado por desertores de Ejército en 1999, surgieron como brazo armado del cartel del Golfo, pero en 2010 se separaron y desde entonces han protagonizado algunos de los episodios más cruentos de la violencia vinculada al narcotráfico en México.
Agencias