El seleccionador nacional César Farías se encuentra convencido de ir al ataque contra Ecuador
«Para ir al mundial hay que ser agresivos en los partidos como locales».
La declaración corresponde al seleccionador César Farías, quien desde el lunes trabaja en Maturín, preparando la estrategia para enfrentar a Ecuador, el próximo martes en Puerto La Cruz, en partido correspondiente a la eliminatoria para Brasil 2014. Y, por supuesto, generó muchas especulaciones porque la mayoría observó en ellas una disposición de salir al campo con un cuadro de talante ofensivo.
Se advierte que en la segunda vuelta de la eliminatoria, que precisamente comienza con ese partido, la oportunidad que presentan cinco de los 8 partidos en casa obliga a plantear un juego ofensivo, que permita a la Vinotinto asumir el comando de las acciones. Ello va en sintonía, además, con la forma como la selección actuó en su más reciente confrontación, un sonoro triunfo en Paraguay.
Precisamente, en esa jornada se vio una oncena con fluidez ofensiva, tocando y tejiendo combinaciones, segura con el balón en los pies y creando fisuras en la zaga guaraní. Empero, las suspensiones que sufrieron dos de los hombres básicos en esa ocasión -Seijas, González- fuerza a contar con otras individualidades que respondan a características semejantes.
Así, las primeras pistas mueven hacia una supuesta intención de Farías por utilizar en la media cancha hombres como Edgar Pérez Greco y Evelio Hernández, que acompañarían a Franklin Lucena, Juan Arango y Josef Martínez, del once abridor ante Paraguay. Todos anduvieron acertados, si bien el último llamó la atención porque pese a su poca experiencia, fue desequilibrante con sus movimientos con el balónm, estimándose que tuvo mucho que ver con el dominio ejercido por los criollos.
Llenar la media cancha es fundamental para «quitarle la pelota» a los ecuatorianos, que son finos en el manejo, poseen hombres hábiles en la gambeta y rápidos para desplazarse. La combinación del talentoso Arango con los mencionados podría alcanzar ese objetivo, vital para que la ofensiva fluya, con Salomón Rondón entreverado con los zagueros centrales, a la caza de cualquier oportunidad frente al marco y presto a conectarse con la medular.
Se da por descontado que Dani Hernández estará en la portería, avalado por su buen desempeño en Asunción. La misma experiencia llamaría a repetir con Roberto Rosales como defensor por la izquierda, con Alexander González por el otro lado. Aparte de la firmeza de ambos en el trabajo de marca, cuenta su velocidad para la recuperación y el repliegue. Pero, además, se trata de dos jóvenes capaces de proyectarse bien por las bandas, lo que constituye otra baza importante a la hora del desdoble ofensivo.
Regresa Amorebieta -a un año de su valioso gol ante Argentina-, para jugar en el centro con Grenddy Perozo, un zaguero que, por cierto, brilló en la copa América contra Paraguay y quien tomaría el lugar del suspendido Vizcarrondo.
Firmeza defensiva y tenencia de la pelota para que la ofensiva fluya. Con los dispositivos de siempre para el contragolpe y las pelotas detenidas. Pero siempre con mentalidad ofensiva.
Es el cuadro inicial que se plantea para enfrentar a los ecuatorianos, en concordancia con la idea expresada por el seleccionador. Nombre más, nombre menos, la ejercitación que está manejando en Maturín, con una buena dosis de charlas (necesidad de concentración en la marca y el juego en general, disciplina táctica), dará al final el once abridor, que no se conocerá hasta la víspera del compromiso. Es decir, quedan seis días de faena.
Y todo el país pendiente.
Armando Naranjo
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