Astronautas de la Estación Espacial Internacional recibieron y lograron acoplar el miércoles una nave de carga con provisiones, en una maniobra clave que marca la reapertura de una línea de abastecimiento de Estados Unidos hacia la estación en órbita desde la retirada de los transbordadores hace un año.
Tras dos días y medio de viaje, la cápsula Dragon de Space Exploration Technologies se posicionó a 10 metros del complejo de investigación de 100.000 millones de dólares (unos 77.000 millones de euros), un proyecto de 15 países que ha dependido de proveedores rusos, europeos y japoneses para los suministros.
A las 10:56 GMT, el astronauta Akihiko Hoshide usó luego el brazo robótico de la estación espacial de 17,7 metros de largo para amarrar una parte al lateral de la cápsula, mientras la nave espacial volaba 402 kilómetros por encima del océano Pacífico, en la costa de baja California, en el noroeste de México.
«Parece que domamos al Dragon», dijo la comandante Sunita Williams por radio al Control de Misión en Houston, en un juego de palabras por el nombre de la nave.
«Estamos felices de que esté abordo con nosotros. Gracias a todos en SpaceX y la NASA por traerla aquí con nosotros. Y por el helado», agregó la astronauta.
La nave de carga incluye un congelador para transportar muestras científicas entre la estación y la Tierra. Para el vuelo inicial, fue cargado con helado de chocolate y vainilla, un capricho poco habitual para una tripulación espacial.
Williams y Hoshide adjuntaron la cápsula al puerto de acoplamiento sobre el módulo Harmony de la estación a las 13:03 GMT.
Se espera que la nave permanezca acoplada a la estación por unos 18 días, mientras la tripulación descarga los 400 kilos de suministros y la llena con experimentos científicos y equipamiento que ya no necesita para el viaje de regreso.
El vuelo es el primero de los 12 que están planeados en el contrato de 1.600 millones de dólares de la NASA con Space Exploration Technologies, o SpaceX, para proveer a la estación.
Agencias