El conjunto ecuatoriano es uno de los de mayor evolución en el área en los actuales momentos
Hay optimismo alrededor de la Vinotinto. Se estima que, pesar de las dificultades naturales y las circunstancias adversas que rodean el momento, hay buenas posibilidades de anotarse los tres puntos en la disputa frente a Ecuador el próximo martes en Puerto La Cruz. Y eso sería un paso de avance significativo en la ruta al mundial de fútbol Brasil 2012.
Pero, ¡ojo!, que se trata de un rival de cuidado. Tan peligroso como Chile, que le sacó un triunfo a los venezolanos en la misma ciudad oriental y, por cierto, rival mañana de los meridionales en partido que podría dejar «tocado» a estos para su cita en oriente.
Ecuador está buscando su tercera presencia mundialista. Y anda entre los candidatos, como que en este momento es tercero de la clasificación, con los mismos 13 puntos que Colombia y solo uno menos que el líder, Argentina.
Al frente del equipo está el colombiano Reinaldo Rueda, quien en agosto cumplió dos años en la tarea. Y en su discurrir hay similitudes con el de César Farías en la Vinotinto, aunque aquel fue mucho más censurado al comienzo, cuando no se veían resultados. Pero al igual que el criollo, trabajó a mediano plazo convocando hasta 48 jugadores en la primera etapa, buscando los mejores y plantando semillas de renovación.
Hoy, en Ecuador hay reconocimiento para el DT. Porque el equipo, además del lugar en la clasificación, ha ido mostrando evolución en su juego. Defensa firme, buen manejo del esférico, aptitud ofensiva y buena velocidad para alternar sus toques de media cancha con los desbordes por las bandas. Eso sí, como el equipo venezolano, su casilla de goles está escuálida, con apenas 8 conseguidos, por 7 recibidos. Uno más y uno menos que la Vinotinto. Hay, asimismo, después de la Copa América, una renovación en marcha.
Para enfrentar mañana a Chile, en campo ecuatoriano, Rueda tenía las incógnitas de suplir a Jayro Campos, quien se retiró de la selección, y a Antonio Valencia, suspendido. Era un compromiso difícil porque Chile, ubicado cuarto -detrás de Ecuador y delante de Venezuela- ha mostrado potencial y es un choque parejo, aunque la condición de local podría ser determinante.
Valencia, por cierto, fue un dolor de cabeza para Venezuela cuando, en el partido de ida, los meridionales se llevaron el triunfo 2-‘0, resultado que además le da características de revancha al tope en Puerto La Cruz. Su velocidad por la banda desbordó continuamente por la derecha a la defensa venezolana, gestando un desequilibrio que gravitó de manera decisiva.
Aunque la Vinotinto tomará sus precauciones, y por ese carril estará -se estima- un marcador solvente como Roberto Rosales, la confirmada participación de Valencia (era duda por lesión) incrementa la peligrosidad del cuadro visitante.
Razón para la intensidad que, en Maturín, aplica Farías a la preparación de la Vinotinto, que permanecerá hasta el domingo en la ciudad monaguense y el lunes se trasladará a Puerto La Cruz.
Armando Naranjo
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