«Ahora, las imágenes por resonancia magnética nos permiten detectar ACV más pequeños», explicó el doctor Mitchell S.V. Elkind, de la Universidad de Columbia, Nueva York, y coautor de un editorial sobre el estudio
NUEVA YORK. Un estudio sobre dos estados de Estados Unidos revela que la tasa de accidentes cerebrovasculares en menores de 55 años se duplicó entre 1993 y el 2005.
En la población caucásica de entre 20 y 54 años, la tasa creció de 26 ACV por cada 100.000 personas a 48/100.000, mientras que en los afroamericanos lo hizo de 83 a 128/100.000.
Los autores sólo podrían especular las explicaciones probables. Una sería que los médicos están detectando más ACV en jóvenes, tanto por el avance en la tecnología de imágenes cerebrales como por una mayor vigilancia de la enfermedad en los más jóvenes.
«Pero no pienso que ésa sea la causa principal», dijo el autor principal, doctor Brett M. Kissela, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati. «Definitivamente estamos viendo una mayor incidencia de los factores de riesgo del ACV», agregó.
Esos factores son la obesidad, la diabetes y la hipertensión. «Si están apareciendo a los 20 años de edad, también se adelantarían los ACV», agregó.
Un investigador ajeno al estudio coincidió en que probablemente influyan el mejor diagnóstico del ACV y un aumento real del riesgo de padecerlo en los adultos jóvenes.
«Ahora, las imágenes por resonancia magnética nos permiten detectar ACV más pequeños», explicó el doctor Mitchell S.V. Elkind, de la Universidad de Columbia, Nueva York, y coautor de un editorial sobre el estudio. «Los ACV vienen en todas las formas y tamaños», añadió. Eso incluye síntomas sutiles como visión levemente borrosa, debilidad o entumecimiento.
El equipo halló que en 1993 y 1994, sólo al 18 por ciento de los pacientes del estudio se le había realizado una resonancia magnética. En el 2005, la cifra era del 58 por ciento. «Pero, probablemente, esa no sea la explicación», opinó Elkind. «Sabemos que aumentaron la obesidad y la diabetes», agregó.
El especialista dijo también que el consumo de drogas puede producir ACV y el nuevo estudio identificó una tendencia ascendente de ese consumo en los pacientes con ACV.
Los resultados, publicados en Neurology, surgen de unos 5.900 adultos de Ohio y Kentucky con un primer ACV entre 1993 y el 2005. En ese período, el grupo de entre 20 y 54 años registró una cantidad creciente de ACV: del 13 por ciento en 1993 al 19 por ciento en el 2005. Kissela y Elkind coincidieron en que los resultados podrían extrapolarse al resto del país.
Para Kissela, esto destaca la importancia de adoptar un estilo de vida saludable para prevenir los factores de riesgo del ACV en la población joven y recomendó que los adultos más jóvenes consulten al médico para conocer si tienen algún factor de riesgo, como hipertensión o colesterol elevado.
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