Imagina que te compran un celular nuevo. Te emocionas. Llegas a casa corriendo y, con toda ceremonia, abres el empaque. Paciente, le pones la batería y le das ON. Después de unos minutos, ya no resistes la idea de comenzar a usarlo, hacer las primeras llamadas y tomar las primeras fotos. Cuál va siendo tu sorpresa que, en el primer push que das al botón, encuentras pornografía dentro. Eso mismo le sucedió a Marcia Jones, con un teléfono supuestamente nuevo que adquirió en unos grandes almacenes de Georgia (EEUU).
Marcia compró dos teléfonos «nuevos» en una tienda de la cadena de electrónica Radio Shack; uno para ella y otro para su hija de trece años. Fue precisamente en el segundo en el que encontraron las polémicas fotos.
Todo apunta a que otra persona había usado el teléfono previamente, descargando y guardando las imágenes, y lo había devuelto a la tienda. Tras el descubrimiento, la sorpresa dio paso al enfado. La familia presentó una demanda en contra de RadioShack y Sprint, la operadora del móvil, por «imposición intencional de angustia emocional» y «prácticas comerciales engañosas».
Marcia y Morgan Jones, los padres de la adolescente, se explican: «Estaban vendiendo un teléfono que no era nuevo como si lo fuera». El abogado de la familia ha declarado al New York Daily News que no se conformarían con un «trato», puesto que su hija ha necesitado ayuda psicológica tras haber visto el material pornográfico. Según los expertos, los niños y adolescentes son especialmente vulnerables ante contenidos inapropiados de ese tipo.
Aunque no se dan detalles acerca del contenido que encontró la niña, seguro que no pasó un buen rato.
Fuente: Yahoo / España