El rol de los líderes es fundamental, pero también cada uno de nosotros y nosotras en todos los espacios donde vivimos, estudiamos, o trabajamos debemos revisar de qué manera estamos contribuyendo a la polarización y abriendo la brecha que puede conducirnos a una confrontación, con el consecuente daño a nivel individual y colectivo
Los venezolanos y las venezolanas nuevamente votamos para elegir a la persona que conducirá el país en los próximos seis años.
Ahora bien, ¿cómo hacer para una vez pasadas las elecciones y conocidos los resultados poder manejar esos sentimientos de euforia o de tristeza, y poder sentarnos todos juntos a la mesa en un país polarizado? Ése es el tema que trataremos hoy. Para ello, entrevistamos a Mireya Lozada, consultiva de la Red de Apoyo, quien tiene amplia experiencia en temas de polarización y nos va ayudar a entender cómo se comporta este fenómeno y, sobre todo, nos va dar algunas recomendaciones para fomentar la paz, la tolerancia y el respeto mutuo.
-¿Qué es la polarización?
-Es un proceso en el cual defiendo mi posición política, pero lo hago descalificando, negando o atacando las posiciones de otras personas o grupos, a quienes percibo como enemigos.
La polarización tiene una fuerte carga emocional y un impacto psicológico muy fuerte que afecta mis relaciones personales, familiares, laborales, comunitarias y genera un gran daño al país.
-¿Cuáles son sus efectos para la persona y para el país?
-Estas posiciones asumen un carácter rígido e intolerante y la violencia, la rabia y la confrontación viene a ocupar los espacios de diálogo, tolerancia y respeto que debemos mantener con nuestros semejantes. Las personas polarizadas no resisten a alguien que piense distinto a ellas, intentan imponer su posición, insultan, descalifican o agreden física o verbalmente a familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc. que expresan posiciones distintas. Esto va destruyendo sus relaciones en la familia, en el trabajo, en la comunidad. Se produce entonces una fractura, un quiebre en la convivencia cotidiana y terminamos peleados con todos. Este daño que afecta a nuestra familia o grupos de amigos o compañeros de trabajo tiene un efecto profundamente negativo para el país porque se produce una separación, se rompen los vínculos entre distintos grupos sociales y se provocan situaciones de violencia o confrontación entre grupos que, incluso, pueden derivar hacia una guerra.
El reto
-¿Cómo se reconstruye un país en el cual se ha perdido la confianza en el otro o la otra y se ve al distinto o distinta como enemigo o enemiga?
-Recordando lo que somos como país, pues no creo que lo hayamos perdido. Somos solidarios con el otro, nos gusta convivir, compartir, ofrecer al otro nuestra mano amiga, nuestro abrazo. Nos toca reconocer y celebrar lo que nos une y lo que nos diferencia (posiciones políticas, religiones, equipos de beisbol, etc.) Además podemos seguir estas recomendaciones:
a. Reconocer al otro o la otra como persona: no es un enfermo o enferma, ni alguien sin capacidad de razonamiento o sin sentimientos; es una persona que piensa distinto a mí.
b. Eliminar descalificativos que agudizan la polarización.
c. Revisar sus reacciones emotivas, evitando descargar expresiones de miedo, rabia o impotencia en los más cercanos (pareja, familiares, amigos, vecinos o colegas).
d. Reconocer los distintos tipos de conflicto y manejarlos pacifica y democráticamente.
e. Respetar el punto de vista de su interlocutor o interlocutora y exponer sus ideas sin intentar hacer cambiar al otro o la otra de opinión.
f. Explorar la posibilidad de encontrar puntos comunes con quien defienda posiciones distintas.
-¿Qué valores pueden ayudarnos?
-Muchos: respeto, paz, solidaridad, tolerancia, justicia, equidad, fraternidad, apoyo, alegría, equilibrio, serenidad, espiritualidad, confianza, humildad, honestidad, amor y tantos otros que nos permiten vivir, convivir y compartir.
-¿Quién son los llamados a reconstruir Venezuela? ¿Cuál es el papel de los líderes políticos y las lideresas políticas, religiosos y medios para ayudar a disminuir la polarización??
-TODOS los venezolanos y las venezolanas. Por supuesto, el rol de los líderes es fundamental, pero también cada uno de nosotros y nosotras en todos los espacios donde vivimos, estudiamos, o trabajamos debemos revisar de qué manera estamos contribuyendo a la polarización y abriendo la brecha que puede conducirnos a una confrontación, con el consecuente daño a nivel individual y colectivo. Algunas recomendaciones:
• Eliminar descalificativos por parte de uno u otro grupo que agudizan la polarización
• Reducir del discurso mediático la retórica de la impotencia y el victimismo, que alimenta las reacciones de venganza.
• Definir planes y programas de trabajo conjunto para la resolución de problemas comunes entre distintos sectores sociales y políticos.
• Educar en valores y cultura de paz.
• Difundir información sobre el manejo constructivo y pacífico de conflictos.
Algún mensaje final para nuestros lectores y lectoras
Felicitaciones por el comportamiento cívico y democrático expresado el 7 de diciembre, por su apuesta a la paz y la democracia. Sigamos andando, construyendo país, profundizando la democracia y ganando espacios de participación y decisión a nivel local, municipal, nacional. Hagámoslo de la mano de nuestros familiares, vecinos, amigos, pero no tan solo con los que piensan como nosotros, sino y sobre todo con aquellos que piensan distinto. Esa compleja diversidad y el diálogo que de ella se deriva es lo que nos permite trabajar conjuntamente en asuntos de interés común y preservar la convivencia pacífica y democrática.
Desde la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz sabemos que sí es posible reconstruir los lazos y tender puentes que nos ayuden acercarnos entre los venezolanos y las venezolanas; para ello contamos con ustedes.
No hubo derrotados
-¿Qué decirle al que salió derrotado o derrotada en los comicios y a sus seguidores y seguidoras?
-No hablaría de derrotados. Como en toda elección siempre hay un sector que “pierde” y otro que “gana”. Esas son las reglas del juego electoral, consensuadas y aceptadas por todos y la democracia refleja justamente esa diversidad de posiciones y su expresión en elecciones. En este sentido, se trata de aceptar este hecho, de aceptar los resultados, evaluando también los avances y logros de cada sector en el proceso de campaña y elecciones. Perder una elección no implica desaparecer del espacio político nacional; al contrario, se visibilizaron y expresaron su voz los distintos sectores políticos y tienen por delante grandes desafíos: en la organización, participación y generación de propuestas para las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes. Y tienen sobre todo un compromiso con los sectores sociales que los siguen, quienes esperan continuidad del compromiso y un plan de acciones a seguir.
La Voz de los Derechos Humanos
Red de Apoyo por la Justicia y la Paz
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