Habitantes de este sector del municipio Sucre del estado Miranda, temen el colapso de sus casas, debido a las recientes lluvias y las fallas en el sistema de canalización del agua, que han agravado el movimiento progresivo que presenta la montaña
Con un rosario en la mano duermen al menos seis familias que habitan en la calle Garibaldi de Turumo, en la parroquia Caucagüita, del municipio Sucre del estado Miranda. Y es que las grietas en pisos y paredes, así como la humedad del terreno en el que están cimentadas sus viviendas, les recuerda a diario el riesgo al que se exponen.
Al movimiento progresivo que registra la montaña a causa de una falla geológica, se le suman las fallas en el sistema de canalización de aguas y las recientes lluvias, situación que ha provocado un mayor debilitamiento de los suelos.
Ante ello, los habitantes del lugar aseguran que es solo cuestión de tiempo para que termine de ceder la estructura de sus viviendas. Tal es el caso de la residencia Yanet, compuesta de cinco casas en las que habitan 14 personas (entre ellas cuatro menores de edad), las cuales sufrieron el pasado 20 de julio la caída de la terraza y una pared divisoria que las bordeaba.
Esta situación provocó la fractura de la cuneta colectora de agua, lo que a su vez aumenta el socavamiento del terreno cada vez que llueve, ya que el líquido y los sedimentos que son arrastrados sobrepasan el nivel del canal.
“He tenido que colocar sobre el terreno sacos de cemento y un plásticos para que el agua corra y no penetre la tierra. Hacemos lo que podemos sabemos que son pañitos de agua caliente pero tenemos más de tres meses en está situación y no hemos recibido ayuda ni respuesta de nadie”, manifestó Javier Cuello, uno de los residentes del lugar.
El afectado denunció haber solicitado en diversas oportunidades el apoyo de las autoridades locales y regionales, sin embargo sus esfuerzos han sido en vano.
“He pasado informes y cartas a la dirección de Obras, Mantenimiento Y servicios de la Alcaldía de Sucre, a la Corporación de Servicio y Mantenimiento del Estado Miranda y al Instituto de Obras y Servicios y nada”, dijo.
“Pérdida total”
En peores condiciones se encuentra la casa de la familia Mora, ubicada en la mencionada calle, el inmueble que tiene unos 50 años de antigüedad, fue declarado como pérdida total por funcionarios de Protección Civil Sucre.
La paredes y pisos quebrados en casi su totalidad obligaron a Carlos Mora, propietario de la vivienda, a construir un pequeño anexo en un espacio que alguna vez usó como estacionamiento.
Allí construyó una pequeña sala con cocina y dos habitaciones (una para él y su esposa y otra para su hijo), ya que las condiciones del inmueble le hacían imposible seguir durmiendo bajo ese techo.
“Hemos tenido que poner en venta nuestras cosas porque el espacio que habilitamos es muy pequeño. Estamos a la espera de que la casa se caiga en cualquier momento”, dijo el hombre, en una visita hecha por el equipo de Diario La Voz.
Ante ello, el temor sigue latente ya que cada día las grietas se hacen más y más grandes. “No sólo nuestras vidas están en riesgo, también la de las personas que viven en las casas que están abajo”, reclamó la esposa de Mora.
Aseguran que pese a haber solicitado la ayuda de las autoridades para demoler la parte de la estructura que ya no tiene salvación, no han recibido respuesta.
Choferes en riesgo
Habitantes de la calle Garibaldi con calle Chile, denunciaron a su vez el riesgo que corren los vehículos que transitan en lugar sobre todo en horas pico, debido a un muro de contención que esta a punto colapsar, debido a la inestabilidad del talud que lo sostiene.
“Cuando la pared se cayó en el mes de julio, pedimos que terminaran de quitar el pedazo que quedó, porque en cualquier momento eso se podía venir, pero no nos hicieron caso”, relató Javier Cuello.
Aunado a ello, le hizo un llamado a las autoridades a que se encarguen de la remoción de los escombros que quedaron, ya que ello ocasiona la obstrucción de la cuneta.
Las causas
Vecinos cuentan que las grietas en las casas comenzaron a aparecer hace unos seis y siete, luego del colapso de una cloaca que a su vez provocó la rotura de otra tubería de aguas blancas.
“El asfalto se hundió y fue allí cuando se presentó el primer movimiento del terreno”, explicó Carlos Mora, vecino de la calle Garibaldi.
No obstante, cuando ocurrió el derrumbe de la quinta Yanet, en el mes de julio de este año, funcionarios de Protección Civil Sucre, explicaron que un falla geológica presente en la zona, es la causa del movimiento progresivo en el terreno, convirtiéndolo en un espacio no apto para la construcción de viviendas de gran tamaño.
A ello se le suman otros factores entre los que destacan las fallas en el sistema de canalización de aguas, falta de control de los drenajes subterráneos, además del constante transito de vehículos de carga pesada.
Nelyabith Bello
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