Las autoridades cubanas levantaron el impopular requisito de exigir un permiso de salida a los ciudadanos que quisieran viajar al exterior; una medida prometida desde hace meses por el presidente Raúl Castro y que sus compatriotas aplaudieron este martes.
«Este es un notición», dijo a The Associated Press, Bertina Rodríguez, una oficinista de 47 años, cuando el martes por la mañana se enteró de la supresión del permiso. «La gente lo estaba esperando desde hace rato».
La Gaceta Oficial publicó este martes en la madrugada varios decretos y resoluciones que reforman aspectos de la ley migratoria cubana. Uno de sus apartes más destacados lo constituye la eliminación de la «tarjeta blanca», que es un visado de salida que los cubanos debían obtener obligatoriamente para viajar y sin el cual no podían abandonar el país.
La norma entrará en vigor el 14 de enero de 2013.
A lo largo de 2012 los cubanos habían escuchado al presidente Castro prometer la eliminación del permiso de salida, pero una y otra vez el mandatario aseguró que estaba en «estudio».
Castro está adelantando una serie de reformas y programas para actualizar el modelo económico de la isla, cuyo objetivo fundamental es mejorar la eficiencia y eliminar los costos derivados de la burocracia, sin perder la impronta socialista o el fuerte control estatal sobre la economía.
Las recién aprobadas disposiciones migratorias también establecen que en las próximas semanas se expedirán pasaportes a quienes los soliciten y se renovarán los que no hayan sido refrendados en los dos últimos años, pues los pasaportes cubanos tienen una vigencia de seis años pero su revalidación se debe solicitar cada dos.
Con el pasaporte, los cubanos podrán salir de la nación caribeña junto con la correspondiente visa del país receptor, sin tampoco tener que presentar una carta de invitación de una persona del extranjero.
Otro de los aspectos clave de la norma es que amplió a 24 meses la permanencia en el exterior de los residentes en la isla que viajen por asuntos particulares, contados a partir de la fecha de salida del país. Cuando excedan ese tiempo podrán solicitar prórrogas pero la norma no especificó cuántas más se podrán pedir.
En la actualidad, la permanencia máxima en el extranjero para los cubanos es de 11 meses. Si no retornan al país durante ese tiempo, los ciudadanos cubanos pierden el carácter de residente de la isla y con ello el derecho a la atención sanitaria gratuita, seguridad social y la educación sin costo.
Sin embargo las autoridades planean mantener las limitaciones a la salida de algunos ciudadanos que son «profesionales o técnicos vitales», aún no especificados, bajo el argumento de evitar una eventual fuga de cerebros al extranjero. AP