España se dispone a pedir una ayuda financiera a la zona euro y negociará este jueves las condiciones definitivas que se le exigirán a cambio, durante la cumbre de los 27 jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea.
España se acerca a una solicitud de ayuda, destinada a lograr la intervención del Banco Central Europeo (BCE), para aflojar la tensión en los mercados de su deuda soberana, afirmó una fuente diplomática a la AFP.
«Las cosas han evolucionado», señaló en un momento en que los rumores de una inminente petición de rescate español provocan la euforia de los mercados europeos. «No estoy seguro de que la solicitud ocurra durante la cumbre del jueves y viernes» en Bruselas. Pero la cita servirá, según la fuente, para definir las condiciones que se le exigirán a España a cambio de una eventual asistencia financiera. «Los españoles no pedirán nada si no están seguros de lo que deben esperar a cambio. La petición ocurriría inmediatamente después de la cumbre o la semana próxima», aseguró.
Según dispuso el BCE, la solicitud deberá hacerse oficialmente al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Así se cumplirá con el paso previo exigido por la institución dirigida por Mario Draghi para intervenir comprando deuda española en los mercados secundarios. Eso permitiría tratar la demanda española al mismo tiempo que el desembolso del tramo de 31.500 millones de euros de ayuda a Grecia, pendiente desde junio.
Alemania prefiere tratar las solicitudes de auxilio en un mismo paquete y no pedir el aval del Bundestag (el Parlamento germano) caso por caso, en un momento en que el país se encamina a las elecciones legislativas de septiembre de 2013. Berlín ha ido cediendo y ya «se hace a la idea de una intervención del MEDE y del BCE», precisó la fuente diplomática.
En ese contexto, la agencia Moody’s anunció que mantiene la nota de la deuda soberana española en la categoría de inversión Baa3. Aún así, le asignó una perspectiva negativa y dejó su nota a un sólo nivel de caer en bono basura. España quiere aprovechar estos momentos de calma para perfilar su solicitud de rescate, el segundo en un año tras haber recibido una línea de crédito de un máximo de 100.000 millones de euros para su banca.
Y todo indica que se tratará de una línea de crédito preventiva, la opción «más fácil y eficaz» de poner en práctica, según Bruselas. De todas maneras, ni España ni Grecia, los dos países que han hecho tambalear en varias ocasiones a la zona euro, están oficialmente en la agenda de la reunión europea. A medio camino entre la cumbre de junio y diciembre, la cita busca definir los pilares en que se apoyará el proyecto de refundación de la zona euro, con las dosis exactas de disciplina y solidaridad para corregir los graves desequilibrios entre el sur y el norte europeos.
El presidente francés, François Hollande, estimó que los europeos están «muy cerca» de la salida de la crisis. «Primero, debemos solucionar definitivamente la situación de Grecia, que ha hecho tantos esfuerzos. Después, debemos responder a las demandas de los países que han hecho las reformas esperadas y que deben poder financiarse con tasas razonables», detalló el mandatario francés.
María Lorente / AFP