Los almacenes de información de alta seguridad, celosos de su intimidad como un convento de clausura, se exhiben desde ayer a través de su página web
El gigante de internet Google abrió ayer una ventana al interior de sus enigmáticos centros de datos, el corazón de la compañía donde se alojan físicamente los correos de Gmail, los videos de YouTube y su omnipresente motor de búsqueda.
Esos almacenes de información de alta seguridad, celosos de su intimidad como un convento de clausura, se exhiben desde ayer a través de su página web (“Google centros de datos”) donde los cables, los chips y los sistemas de ventilación se exponen a todo color y en formato interactivo.
El inusual gesto de la empresa, primera del sector en ofrecer un detallado “tour” virtual por sus “tripas” tecnológicas, responde a un “paso más” de Google hacia la transparencia de sus centros de datos, según explicó un portavoz de la empresa a Efe.
Bien es cierto que esta decisión llegó en un momento en el que la compañía está sumida en un cambio de ciclo operativo de sus instalaciones.
El ingeniero Urs Hölzle, uno de los responsables de los centros de datos de Google constató en una entrevista para la revista Wired que la empresa tiene en marcha un plan para transformar “el diseño, la velocidad de puesta en funcionamiento y la flexibilidad de los centros de datos y sus estructuras de ordenadores en red”.
Hölzle, guardó silencio.
“Quiero que otros pongan su propia sangre, sudor y lágrimas en hacer los mismos descubrimientos”, comentó el técnico, que en un comunicado insistió en que “la privacidad y la seguridad” son la “principal prioridad” de Google.
A pesar de esa aparente obsolescencia, las imágenes que ha desvelado hoy Google resultan novedosas dado lo exclusivo que ha sido hasta ahora el acceso a este tipo de infraestructuras que conforman lo que se llama “la nube” y a las que millones de ciudadanos y empresas confían su privacidad sin pensárselo dos veces.
“Muy poca gente ha entrado dentro de un centro de datos de Google”, apuntó Hölzle que insistió en que mantienen las instalaciones bajo “estrecha vigilancia”, aunque eso no ha impedido que desde 2008 Google comparta los diseños de sus centros de datos y sus fórmulas de eficiencia energética.
Estas infraestructuras, cada vez más requeridas a medida que crece ese ciberespacio que es la “nube”, consumen en torno al 1,5 por ciento de la energía mundial porque requieren una gran cantidad de electricidad para sus ordenadores y los sistemas de refrigeración.
Desde que Google se constituyó como empresa en 1998, ha instalado más de 1 millón de servidores (rebasó esa marca en 2008). Solo en el centro de datos de Lenoir, en Carolina del Norte hay actualmente casi 50.000 servidores operativos.
Para ahorrar costes y enfriar eficazmente las naves llenas de ordenadores a pleno rendimiento, Google empezó a usar sistemas por los que corre agua de canalizaciones (Bélgica) o del mar (Finlandia), por citar dos ejemplos.
Actualmente, Google cuenta con 8 centros de datos, 6 de ellos en EE.UU. y dos en Europa, unas estructuras de película futurista con complejas redes de cañerías con los colores de la empresa y filas interminables de procesadores.
Agencias