Venezuela vendió 4 toneladas de oro de la Reserva Monetaria Internacional (RMI) «para aprovechar el alza del precio del metal y generar ganancia», confirmó el presidente del Banco Central (BCV, emisor), Nelson Merentes, en una entrevista publicada hoy.
«De las cuatro toneladas que vendimos, ya dos están en las reservas y cuando concluyamos el ejercicio fiscal (el próximo diciembre) tendremos todo recuperado» con oro producido y refinado en el país, declaró el funcionario al diario El Nacional.
Al calor de la campaña electoral que concluyó el pasado 7 de octubre con la reelección del presidente del país, Hugo Chávez, la venta de oro de la RMI fue denunciada como una afrenta al patrimonio nacional y «una hipoteca más del futuro de nuestra Venezuela», como señaló a inicios de mes el candidato opositor Henrique Capriles.
Un informe el pasado mes de septiembre del Fondo Monetario Internacional aseguró que el BCV vendió 10,93 toneladas de oro durante 2012, situando las reservas del país en 362,05 toneladas frente a las 372,93 toneladas de principios de año, lo que supuso un ingreso de unos 300 millones de dólares, según las cuentas de esa instancia multilateral.
Al respecto, Merentes dijo en la entrevista que «Venezuela tenía acumuladas 357 toneladas de oro» y que «al cierre de julio» pasado esa cantidad se elevó a 366 toneladas, incluyendo la venta de las cuatro toneladas y la posterior reposición de dos.
Merentes detalló que de los alrededor de 30.000 millones de dólares de la RMI, el emisor ha estimado que deben existir entre 2.000 y 5.000 millones de dólares como «reservas operativas».
En los bancos extranjeros los intereses que se obtienen de cuentas en dinero «son muy bajos», por lo cual «es preferible tomar otro tipo de decisiones», entre ellas la venta de oro, lo que «se viene haciendo desde 2009», subrayó.
El titular del BCV también descartó que el control estatal de cambio que rige en el país desde 2003 requiera de «flexibilización» y argumentó que los 30.000 millones de dólares en divisas que este año reveló se han entregado para importaciones y otras actividades privadas desmienten que se trate de una política restrictiva.
Asimismo, volvió a descartar una eventual devaluación: «No es un tema que se esté conversando» y «puedo asegurar responsablemente es que ni el Ejecutivo ni el BCV estudian una devaluación», sostuvo.
El ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, dijo el 7 de agosto pasado que «ni la reina de Inglaterra» hablaba sobre la política cambiaria, al ser consultado sobre una eventual devaluación para impulsar las exportaciones nacionales.
«Sobre la política cambiaria no opina ni la reina de Inglaterra (…); si hay que tomar medidas se tomarán cuando llegue el momento, pero nunca, ni la reina de Inglaterra habla sobre ese tema», dijo Giordani sobre un eventual ajuste al control estatal.
Este mantiene la paridad cambiaria en 4,3 bolívares por dólar, menos de la mitad de los más de 10 bolívares que reporta la divisa estadounidense en el ilegal mercado paralelo.
«Si no existiera un mercado negro no hubiese una ley que lo prohíba», respondió Merentes a una consulta de El Nacional sobre la negativa de otros funcionarios gubernamentales a la existencia de esa fuente ilegal alternativa de compraventa de divisas. EFE