Los días 20 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, una acción tan sencilla como vital. Es que la simple práctica puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, reducir las muertes por diarrea casi a la mitad y evitar un cuarto de las muertes por infecciones respiratorias agudas como la bronquiolitis.
En ese sentido, el Ministerio de Salud de la Provincia y la Dirección General de Cultura y Educación promovieron una jornada de concientización en las escuelas para que se difundan el hábito de lavarse las manos.
Este año, la Alianza Global para promover el Lavado de Manos con agua y jabón se orientó hacia los más chicos y las instituciones escolares, que suelen ser ámbitos de alta transmisión de enfermedades.
“Son los niños quienes padecen de manera desproporcionada de diarrea y enfermedades respiratorias, que en muchas ocasiones los lleva a la muerte”, explicó Collia. Y agregó que “lo bueno es que si desde las áreas de salud y educación de los gobiernos logramos, junto con los docentes, enseñarles a incorporar el hábito del lavado de manos con agua y jabón, ellos mismos pueden ser parte de la solución”.
El contacto con las bacterias y microorganismos presentes en las heces suele ser el inicio de múltiples infecciones. “Se genera el circuito ano-mano-boca y es así como las personas nos contagiamos virus como el de la hepatitis y otros microorganismos que generan infecciones gastroinstestinales y respiratorias”, explicó Luis Crovetto, director provincial de Atención Primaria.
Crovetto recordó que cuando se desató la pandemia de gripe A H1N1 logró instalarse en la comunidad una mayor conciencia respecto del hábito de lavarse las manos con agua y jabón, sobre todo después de ir al baño, antes de preparar alimentos y al regresar al hogar.
Sin embargo, agregó, “con el desarrollo de la vacuna ese hábito que resulta tan económico como redituable para prevenir numerosas infecciones se fue diluyendo y ya no son tantos los que lo practican a diario”.
Cómo hacerlo
Los especialistas recordaron que no basta con mojarse un poco las manos. Se trata de hacerlo a conciencia, con agua potable y jabón, frotando las palmas y dorsos de las manos y entre los dedos, además de las uñas y muñecas. Luego se debe enjuagar muy bien. Todo el procedimiento no debe durar menos de 30 segundos.
Uno de los momentos en los que hay que lavarse las manos indefectiblemente es al regresar al hogar, en lo posible antes de tocar cualquier otra cosa. Esto evita contaminar con agentes patógenos traídos de la calle los objetos de la casa.
El segundo momento clave es luego de ir al baño por el riesgo de contacto con bacterias y gérmenes imperceptibles que suelen estar presentes en la zona genital.
También resulta elemental lavarse antes de preparar alimentos, después de tocar mascotas y antes de entrar en contacto con bebés y chicos pequeños, que son los que tienen el sistema inmune menos desarrollado y resultan más vulnerables a todo tipo de gérmenes, bacterias y virus.
Infobae