Carlos Figuera, residente de la tercera etapa de este urbanismo, indicó que sujetos a bordo de motos son los que en su mayoría comenten los atracos
En zozobra viven los habitantes de la urbanización “Matalinda” de Charallave, pues están siendo atacados en diferentes modalidades por delincuentes que asechan en el urbanismo, donde cometen intentos de secuestros, robos y hasta desvalijamientos de algunas moradas.
La soledad en las diferentes manzanas, aunado a la poca presencia policial, lo que empeora en las noches por la falta de alumbrado público, se convierte en el escenario ideal para que los pillos cometan sus fechorías, según narró el vecino Carlos Figuera.
Colapso de los servicios
Asimismo relató las deficiencias en los servicios básicos, haciendo referencia a la demora, por parte de la alcaldía de Charallave, en la recolección de la basura. Indicó que para que los desechos sean retirados del urbanismo las personas deben cancelar a un camión particular 20 Bs. por cada bolsa de basura. Dijo que la municipalidad cobra por cada vivienda 300 bolívares anuales por el servicio del aseo urbano, el cual calificó de pésimo.
En cuanto al agua potable, Figuera reveló que las interrupciones se presentan tres veces por semana, “lo que nos obliga a hacer milagros con el poco líquido que podemos almacenar en un tanque de 1500 litros”.
Otra realidad, a la que deben enfrentarse estas familias, son las fallas del sistema eléctrico que se registran entre dos y cinco horas, en dos y tres oportunidades a la semana, “sin contar que la corriente que recibimos es deficiente porque una línea llega a 98 y la otra a 115 voltaje, lo que nos ha dañado varios artefactos eléctricos”.
También Figuera se refirió a las deficiencias del alumbrado público que está fuera de servicio en más de un 50%, siendo la situación más crítica en las diferentes manzanas.
Despiece
De manos atadas
La solo presencia de un motorizado, en compañía de un parrillero, ya es señal de alarma para los vecinos de “Matalinda”, quienes señalaron que sujetos a bordo de estas unidades son los que más comenten delitos.
“Hemos presenciado intentos de secuestros, robos en las puertas de las casas y en la vía pública. También a muchos de nuestros vecinos les han desvalijado las casas”, dijo.
Asimismo jóvenes que se reúnen en una determinada zona del urbanismo, han sido víctimas de los atracos, pues los han despojado de sus teléfonos y otras pertenencias.
Por último los afectados pidieron recorridos constantes de los cuerpos de seguridad.
MIP-TUY Agencia/Jean Carlos Rodríguez
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