La mayor responsabilidad en este tipo de adicciones recae en cada persona, debido a que es conocido que el consumo de estos productos es nocivo para la salud y provoca graves enfermedades que, en algunos casos, pueden causar la muerte
Entre 5 mil y 6 mil personas mueren anualmente en Venezuela como consecuencia del consumo del tabaco y del cigarrillo, informó Rafael Sánchez, presidente de la Fundación Jośe Félix Ribas (Fundaribas), ente adscrito al Ministerio para la Salud encargado de atender los problemas de adicciones en el país.
En una entrevista a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), el titular de Fundaribas destacó las medidas que lleva adelante el Ejecutivo Nacional para contrarrestar el consumo de tabaco y cigarrillo, así como de alcohol y chimó.
En Venezuela se ha logrado ejecutar «uno de los dispositivos más efectivos a escala mundial para enfrentar el consumo de cigarrillo», como la publicidad antitabaco colocada en las ajetillas de cigarros y la declaración de espacios libres de humo.
«Antes la gente fumaba al lado de otras personas que no eran consumidores, ya eso se acabó. Antes tú ibas a una discoteca, a un sitio cerrado y te llenabas de humo. Ahora no, porque existen los territorios libres de cigarrillos».
Sánchez hizo énfasis en que la mayor responsabilidad en este tipo de adicciones recae en cada persona, debido a que es conocido que el consumo de estos productos es nocivo para la salud y provoca graves enfermedades que, en algunos casos, pueden causar la muerte.
Fundaribas cuenta con espacios necesarios para abordar el tratamiento de adicciones. Cualquier persona que esté interesada en combatir su adicción puede ser tratado de manera gratuita en la fundación.
Más de 11 millones consumen alcohol
De acuerdo con el estudio, en el país cerca de 40% de la población consume o ha consumido alcohol, es decir, más de 11 millones de personas.
«De esos 11 millones, más de 2,9 millones tienen problemas reiterativos con el alcohol», precisó.
«Es un nicho cultural, porque se consume alcohol cuando nace un niño, cuando nos graduamos; si se casan, si se divorcian, en un funeral. Es un nicho cultural que tenemos en la cabeza contra el cual nos estamos enfrentando y que tenemos que derrotar porque la única manera de que avancemos es que cambiemos los estilos de vida que tenemos y migremos a estilos de vida saludables», ratificó Sánchez.
En este sentido, llamó la atención sobre algunas regiones en las cuales, por ejemplo, hay más licorerías o centros de expendio de alcohol que lugares de sano esparcimiento como plazas, parques, canchas deportivas, entre otros.
«Debemos tener un cambio de conciencia, personalizada y colectiva. Eso nos va a permitir tener una sociedad menos violenta, menos agresiva. El alcohol trae como consecuencia el maltrato intrafamiliar, peleas, hechos violentos, y si eso pasa en la familia, entonces eso para los niños se convierte en una escuela poderosa de la negatividad. Ese es el alcohol».
Creciente consumo de chimó
Sánchez también consideró preocupante el consumo creciente de chimó, que está asociado al de cigarrillo. «Está aumentando y eso hay que restringirlo», dijo.
Expresó que esos dos productos sumados al alcohol «son las tres drogas lícitas que son llaves para abrir la puerta hacia otras drogas».
El titular de Fundaribas se refirió a estudios de la Oficina Nacional Antidrogas según los cuales 5,6% de la población ha consumido o consume drogas ilícitas. «Eso se traduce en 1 millón 800 mil personas que consumen drogas ilícitas como marihuana, heroína, cocaína, piedra, bazuco, éxtasis y fármacos»