En una guillotina, particularmente para los mototaxistas del municipio Cristóbal Rojas, se ha convertido la vía de entrada al Puente Chupulum.
Justo antes de entrar al viaducto de Charallave, existen enormes huecos, que quienes no conocen la carretera pueden caer fácilmente y correr el riesgo de graves accidentes.
Lo triste del caso, tal y como lo dijo Luis Peña, residente de la zona, es que los directivos del gobierno local, casi a diario transitan por esta zona, “y no han sido capaces de ordenar se reparen estos boquetes, debe ser que están esperando que ocurra alguna desgracia, que enlute cualquier hogar charallavense para aplicar los correctivos necesarios, lo cual no debería ser así”.
Apuntó el declarante que la situación es de mayor peligro cuando llueve, porque los huecos se llenan de agua y no son visibles a los conductores. “Sería oportuno que en este reimpulso del proceso revolucionario el alcalde José Ramírez y su tren ejecutivo, se bajen de la burbuja donde parecen estar y asuman las reparaciones que exige la colectividad charallavense, en cuanto a la vialidad interna y servicios públicos, tales como la recolección de basura”, indicó el declarante.