ATENAS. Los ataques con motivaciones raciales han alcanzado niveles alarmantes en Grecia y las autoridades están haciendo poco por abordar el problema, dijo el martes un informe de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados.
Grecia es una entrada frecuente para inmigrantes, mayormente asiáticos y africanos que intentan entrar en la Unión Europea, y los recién llegados enfrentan una creciente hostilidad mientras el endeudado país atraviesa su peor recesión en seis décadas.
La agencia dijo que los grupos humanitarios y de inmigrantes han registrado 87 ataques racistas entre enero y septiembre de este año, describiendo los resultados como «excepcionalmente alarmantes». Es probable que los números reales sean mucho mayores porque las víctimas tenían demasiado miedo de denunciar los hechos o no se recibieron atención, según el estudio.
«Las víctimas hablan de zonas de Atenas que se han convertido en prohibidas para ellos debido al miedo de ataques», dijo el informe de la agencia ACNUR. «Es revelador que no se ha sentenciado a ningún autor de un ataque racista violento».
La mayoría de las víctimas fueron atacadas en plazas o el transporte público, normalmente por grupos de hombres vestidos de negro y en ocasiones con casco o las caras cubiertas.
Algunos de los sucesos más destacados registrados este año son el de un joven iraquí asesinado a puñaladas en Atenas en agosto o el de un albanés herido con una espada por un motociclista enmascarado en mayo.
Con frecuencia, los agresores emplearon bates o palancas y en ocasiones perros grandes, de acuerdo con el estudio. La mayoría de los agredidos eran inmigrantes indocumentados de Afganistán, Bangladesh, Pakistán y Somalia.
ACNUR señaló que en algunos casos, las víctimas dijeron que sus agresores llevaban símbolos del partido de ultraderecha Aurora Dorada.
Aurora Dorada dio un gran salto de popularidad este año con un duro programa contra los inmigrantes, y se convirtió en el primer grupo ultranacionalista que logra escaños en el Parlamento desde la caída de la junta militar en 1974.
Sus miembros realizan saludos al estilo nazi y el emblema del partido es similar a una esvástica, pero la agrupación rechaza la etiqueta de neonazi.
«Hoy están sonando las alarmas porque la violencia racista y la amenaza del fascismo se han extendido y amenazan a la democracia», dijo Costis Papaioannou, responsable de la Comisión Nacional Griega de Derechos Humanos.
ACNUR dijo haber encontrado 15 incidentes en los que agentes de policía emplearon violencia durante controles de rutina, y citaron la incapacidad o falta de voluntad de la fuerza para investigar los casos y detener a los agresores como el principal problema.
La agencia humanitaria señaló que muchas víctimas no denuncian los ataques porque temen ser deportadas, y añadió que la policía estuvo más interesada por si la víctima estaba legalmente en el país que por investigar la agresión.
«El interés público de procesar y responder ante actos penales de violencia debe tomar prioridad sobre el interés público de controlar a los que permanecen de forma irregular en el país», señaló.
Agencias