De siete disparos por la espalda fue asesinado la noche de este martes, el mototaxista Greiban López, de 20 años de edad, cuando regresaba de dejar a un cliente y fue sorprendido por asaltantes, en el sector La Colinas del barrio 12 de Febrero, en Petare.
El joven cayó con su moto al pavimento, cerca de la entrada del barrio El Nazareno. Eran cerca de las 7:40 de la noche, cuando el joven dejó al cliente que había recogido en Puente Baloa. En Las Colinas dio la vuelta para regresar a la parada, pero fue asesinado.
La línea de mototaxis cubría la ruta barrio Unión – Colinas – Puente Baloa. Un amigo del motorizado se enteró del caso y llamó a su familia que se fue de inmediato al hospital Domingo Luciani, donde fue recluido.
Su tío, Richard López, denunció negligencia médica, ya que su sobrino fue ingresado con vida, pero estuvo desde las 8:00 de la noche hasta las 12:00, esperando atención y “ni siquiera le pusieron suero”, comentó.
La familia cree que Greiban López, fue asesinado por oponerse al robo de su moto. Es el segundo socio de la línea de mototaxista que muere en manos del hampa en menos de tres meses. El primero caso ocurrió en El Llanito.
Dos semanas de agonía
En el mismo hospital de El Llanito, falleció la tarde de este martes, Ronald Rengifo, de 35 años de edad. El paciente ingresó herido de bala el 9 de octubre pasado, procedente d Barrio Unión, en Petare, donde fue abaleado al quedar atrapado en la línea de fuego de un tiroteo entre bandas.
Así lo narró ayer su cuñado, José Luís Blanco, en la morgue de Bello Monte, donde contó que la víctima fue alcanzada por un tiro que le afectó la arteria femoral, cuando se subía a un jeep. Acabada de salir de su casa hacia Petare para hacer diligencias personales. Era obrero y dejó una hija huérfana.
Tambien el municipio Sucre, fue escenario del crimen de Deivis Quijada, de 21 años de edad, quien fue herido por el tripulante de un carro que se bajó y le disparó, cuando estaba comprando una botella de licor en un establecimiento del barrio La Alcabala, en Petare, el pasado 12 de octubre.
Quijada recibió seis disparos, uno en cada pierna, en cada brazo, en el abdomen y en el cuello. El asesino subió al mismo carro en el que huyó para huir del sitio, mientras que la víctima fue llevada al hospital Ana Pérez de León, de ahí al Domingo Luciani y finalmente al Miguel Pérez Carreño, donde falleció a las 2:00 de la madrugada del martes.
Yusmary Quijada, contó que su hijo estuvo cociente pero el tiro en el cuello le comprometió la cervical y sólo se comunicaba por señas. Vivía en el barrio San José, en Petare y trabajaba como pintor de brocha gorda en el hospital donde murió de un paro respiratorio. Sospechan del un sujeto con el que recientemente discutió porque le debía dinero a su tío. Cuando le exigió que pagara la deuda, tuvieron una fuerte pelea.
AA.