El gobierno formalizó su política de visitas de los cubanos que emigraron ilegalmente o desertaron del país y quienes ahora podrán regresar al país solamente ocho años después de haber salido de la isla.
La disposición, que fue aprobada en el marco de un rediseño de la política migratoria del país, busca normalizar la situación de muchas personas que salieron de la isla de forma irregular –mediante traficantes o por rústicas balsas– o que se quedaron luego de haber viajado con contratos de trabajo y haber abandonado su tarea.
Las disposiciones buscan normalizar la «entrada temporal al país» de aquellos que salieron ilegalmente después de los acuerdos migratorios de 1994″, expresó el secretario del consejo de Estado, Homero Acosta durante un programa televisivo el miércoles por la noche.
«Los que salieron de una manera irregular… hoy están imposibilitados indefinidamente de volver a territorio nacional y mediante esta medida podrán volver siempre que hayan transcurrido más de 8 años de que haya ocurrido el hecho», expresó Acosta.
En realidad la ley define por escrito normas claras para a los emigrados que pretendan visitar a sus parientes ya que en la práctica muchos de los que salieron ilegalmente o se quedaban en el extranjero sí conseguían habilitar sus pasaportes –un requisito solicitado por las autoridades a quienes viven fuera del país– y viajaban con regularidad a ver a sus familiares en la isla.
Por otro lado, personalidades o figuras muy conocidas como atletas, deportistas o artistas no obtenían dicho pasaporte habilitado o no lo pedían sabiendo que su demanda sería rechazada.
Acosta indicó que podrán viajar a la isla «los profesionales de la salud y de alto rendimiento que abandonaron la misión en el exterior e hicieron negativa de regreso o salieron ilegalmente del país posteriormente a 1990 e igualmente si han transcurrido más de 8 años».
La excepción la constituyen quienes salieron de Cuba luego de haber atravesado por la Base Naval de Guantánamo, un fuerte militar en poder de Estados Unidos en el oriente del país y que las autoridades reclaman en devolución.
De igual manera se tendrá contemplaciones con las personas que emigraron irregularmente con menos de 16 años, toda vez que dado su edad no eran legalmente responsables.
También se permitirá la «repatriación» de ciudadanos que salieron y ahora quieren volver a vivir en la isla, entre ellas quienes deban volver «para hacerse cargo de familiares desvalidos en Cuba», expresó Acosta.
Unos dos millones de personas de origen cubano viven afuera de la isla sobre todo en Estados Unidos.
Cuba anunció la semana pasada el levantamiento a partir de enero de la exigencia del impopular requisito de permiso de salida y se enfrascó en una reformulación de sus normas migratorias.
Según datos ofrecidos por Acosta, entre el año 2000 y el 31 de agosto de 2012, el 99,4% de los ciudadanos que solicitaron el permiso de salida lo recibieron y solo el 0,6% de las demandas fueron rechazadas.
En ese período, explicó Acosta, salieron al exterior por asuntos particulares más de 941.000 personas y solamente regresaron unas 120.000, equivalente al 12,8%. Del total de los viajeros 156.000 eran graduados universitarios. AP