Hasta el momento ninguno de los bandos ha respetado un alto el fuego impulsado por Naciones Unidas con motivo de la celebración musulmana de Eid al-Adha, desde cuyo inicio se registran combates
BEIRUT. Las fuerzas sirias atacaron el domingo con obuses suburbios en poder de los rebeldes en Damasco y chocaron con la insurgencia en otras zonas del país, en la tercera jornada de una fallida tregua de cuatro días, dijeron activistas.
Hasta el momento ninguno de los bandos ha respetado un alto el fuego impulsado por Naciones Unidas con motivo de la celebración musulmana de Eid al-Adha, desde cuyo inicio se registran combates. Los activistas dijeron que más de 150 personas perdieron la vida el viernes, al comienzo de la festividad, y más de 120 el sábado, sin contar las víctimas fatales de los días previos.
El alto el fuego era considerado de muy difícil concreción. El mediador internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, no logró el compromiso firme de todas las partes implicadas en el conflicto. La tregua fue rechazada de inmediato por al menos un grupo radical islámico vinculado con la insurgencia: Jabhat al-Nusra.
La propuesta para el alto el fuego fue presentada en momentos en que ambos bandos luchan por objetivos estratégicos en la guerra civil, la cual se ha prolongado y caído en un estancamiento.
Los objetivos estratégicos incluyen una base militar cerca de una importante carretera que va de norte a sur, que es la principal ruta de abastecimiento de Alepo —la ciudad más grande de Siria_, donde las fuerzas del régimen y rebeldes escenifican combates casa por casa. Todo parece indicar que ambos bandos temían que el otro aprovechara la tregua para fortalecer su posición.
Tras el fracaso de este alto el fuego, se desconoce cómo procederá la comunidad internacional en torno a la guerra civil. La tregua constituyó el primer intento en seis meses de la comunidad internacional para reducir el derramamiento de sangre en Siria, donde activistas afirman que más de 35.000 personas han perdido la vida en los 19 meses que ha durado el conflicto.
Todo fue una
esperanza…
La tregua, aceptada por el régimen del presidente Bashar al Asad y el rebelde Ejército Sirio Libre (ESL) el jueves, había sido rechazada por el Frente al Nosra, un grupo yihadista rebelde que reivindicó la mayoría de los atentados de los últimos meses, y por otros grupos islamistas.
La tregua planteaba la posibilidad de una suspensión de los combates por primera vez, después de 19 meses movilización popular contra Asad que se fue transformando en conflicto armado.
La fiesta del Aid comenzó con una disminución de los combates y la televisión estatal mostró imágenes de Asad sonriendo y hablando con fieles en la mezquita de Damasco, pero la situación rápidamente de deterioró.
El viernes por la mañana, el OSDH había afirmado que hasta entonces había bajado el número de muertos respecto a lo habitual en los últimos meses y también el número de «puntos calientes».
Posteriormente, el alto el fuego se rompió por nuevos enfrentamientos, mortíferos coches bomba y una nueva promesa del régimen de dar caza a los «terroristas armados».
Los planes de
Lajdar Brahimi
El mediador internacional Lajdar Brahimi, quien propuso la tregua alcanzada y ahora violentada por las partes en conflicto, no obstante ya tiene previstos nuevos esfuerzos diplomáticos para intentar superar la crisis.
Brahimi, quien esperaba que la tregua pudiera conducir a un alto el fuego de mayor duración, durante el cual alentar una solución política y llevar ayuda a las zonas afectadas, «volverá a proponer nuevas ideas» en el marco del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a principios de noviembre, afirmó un diplomático de alto rango en la ONU.
«El proceso político no se iniciará hasta que Asad y la oposición se hayan cañoneado tanto entre ellos que no les quede otra opción. Todavía no han llegado a ese punto, pero Brahimi tiene algunas ideas», agregó otro diplomático vinculado con el Consejo de Seguridad.
Murió una opositora por
torturas de policía secreta
La Liga Siria de Defensa de Derechos Humanos indicó el domingo que la militante opositora siria Fatima Saad murió por las torturas de agentes de la policía secreta.
Esta joven de 22 años fue detenida a finales de junio por la Seguridad del Estado en la ciudad costera de Lataquia. Las torturas le produjeron un problema en el hígado por el que tuvo que ser sometida a una intervención quirúrgica.
La Liga manifiesta su «profunda preocupación por el alto número de víctimas que han sucumbido a las torturas en las mazmorras del régimen sirio -más de 1.125 hasta ahora».
Violentos combates oponían a rebeldes y el ejército sirio el domingo, tras derrumbarse la tregua propuesta con motivo de la fiesta musulmana del Aid el Adha por el mediador internacional Lajdar Brahimi, quien no obstante ya tiene previstos nuevos esfuerzos diplomáticos para intentar superar la crisis.
Karin LAub / AP