PANAMÁ. El gobierno de Panamá sancionó este domingo la ley que deroga una anterior que lo facultaba a vender tierras del Estado en la zona franca del país, en la provincia de Colón (norte), origen de violentas protestas que dejaron tres muertos.
El presidente Ricardo Martinelli, en compañía de varios ministros, sancionó la normativa que el Congreso panameño había aprobado en horas de la madrugada.
La derogación se produjo “a fin de superar la intranquilidad que pudiera haber” en el país, declaró el Secretario de Estado de Comunicación, Luis Eduardo Camacho.
“Ya se enmendó el error”, dijo el presidente del Congreso, el oficialista Sergio Gálvez, después que 59 diputados votaran a favor de eliminar la ley que habían aprobado el 19 de octubre en medio de protestas. No hubo votos en contra ni abstenciones.
“Estoy convencido que la ley es buena, pero aquí estuvo metida la política”, aseguró Gálvez.
Por su parte, los organizadores de las protestas contra la anterior legislación celebraron lanzando fuegos artificiales en las inmediaciones del Congreso en la capital.
“Le hemos dado al presidente Martinelli una lección importante. No toda la cosa pública puede ser objeto de la ambición personal de él. Las cosas del pueblo se respetan”, dijo a la AFP Edgardo Voitier, coordinador general del Frente Amplio Colonense, organizador de las protestas.
Paralelamente a la nueva ley, se creará una comisión legislativa para tratar de esclarecer las tres muertes y las denuncias de abuso policial durante las protestas. Al cabo de 60 días deberá rendir un informe y determinará la indemnización que pudiera corresponder a los familiares de las víctimas.
“La sensación es de satisfacción y de tristeza, porque ha tenido que ocurrir toda una semana turbulenta, con muertos y cantidad de heridos y detenidos” para que la ley fuera derogada, lamentó Voitier, quien adelantó que buscarán “justicia” a nivel internacional porque “estos muertos no pueden quedar así”.
La derogación de la ley “significa el retorno al pueblo” de propiedades valoradas en 1.700 millones de dólares, añadió Voitier.
AFP