Richard Gallardo, de 39 años de edad tenía apenas 10 minutos de haber salido de su residencia, cuando se escucharon siete detonaciones de bala. La madre salió de la vivienda angustiada y lo encontro tendido en la calle, pidio ayuda pero nadie le prestó auxilio para trasladarlo a un centro asistencial
El oficial de la Policía de Baruta, Richard Gallardo, de 39 años de edad, fue asesinado frente a su residencia, cuando esperaba transporte para dirigirse a su trabajo en horas de la madrugada de ayer.
El funcionario vestía de civil y vivía en el sector Miramar, de la urbanización Luis Hurtado, kilómetro 12 de El Junquito.
Ayer aproximadamente a las 5:30 de la madrugada se paró en la esquina a esperar la camioneta para bajar, cuando fue sorprendido por delincuentes que le dieron un tiro en la cabeza y le quitaron el koala que vestia con sus pertenencias.
Gallardo siempre vivió en la zona. Residía en la casa de su madre, Blanca González, lo cual indica que sus agresores lo conocían y pensaban que llevaba su arma de reglamento en el koala, pero se equivocaron porque el efectivo la dejaba en el comando.
Tenía apenas 10 minutos de haber salido de su casa, cuando se escucharon siete detonaciones de bala. La madre salió de la vivienda angustiada y lo encontro tendido en la calle, pidio ayuda pero nadie le prestó auxilio para trasladarlo a un centro asistencial.
A las 6:00 de la mañana llamaron a la Guardia Nacional y los efectivos llegaron una hora más tarde. Gallardo murió desangrado en el lugar. Los vecinos indignados dijeron que «esos militares solo se ocupan de matraquear y quitarle dinero a la gente».
Manuel Tangil, secretario de seguridad de la Policía Municipal de Baruta, dijo que el funcionario tenía 17 años de servicio y dejó tres hijos huérfanos. Estaba haciendo un trabajo especial en el 171 de emergencia y antes laboró en la Brigada Motorizada.
Con la muerte de Gallardo suman 83 los funcionarios policiales asesinados por el hampa este año, y tres correspondían a la Policía de Baruta.