Un hombre de 65 años falleció ahogado cuando intentó rescatar el televisor de su humilde vivienda que estaba anegada por la crecida de un arroyo
BUENOS AIRES. Fuertes lluvias que azotaron este lunes a Buenos Aires y su poblada periferia dejaron un saldo de dos personas muertas y miles de evacuados, así como extendidos apagones, inundaciones en avenidas y carreteras y la paralización temporaria de los trenes y el metro, informaron las autoridades.
Un total de 2.883 personas tuvieron que ser evacuadas en la provincia de Buenos Aires (centro-este), reportó a la prensa el Consejo Provincial de Emergencias (CPE).
Un hombre de 65 años falleció ahogado cuando intentó rescatar el televisor de su humilde vivienda que estaba anegada por la crecida de un arroyo cercano en la populosa localidad de Isidro Casanova, 30 km al oeste de la capital, dijo su hijo, Miguel Benítez.
Desde Isidro Casanova, Benítez relató a Radio 10 que su padre intentó «salvar el televisor, se cayó, quedo atrapado por un mueble y se ahogó».
«Pido ayuda para mi mamá, que es muy viejita. Perdimos todo, la heladera, el colchón. No tenemos nada, nada. Somos humildes, queremos que nos ayuden», imploró.
Una mujer en el distrito de Lanús, en la periferia sur de Buenos Aires, murió electrocutada al manipular un artefacto eléctrico alcanzado por el agua que había entrado a su vivienda, según un reporte oficial del municipio.
En sólo seis horas, entre las 03h00 y las 09h00 locales (06h00 y 12h00 GMT) de este lunes, se registraron 87,4 milímetros de lluvias, mientras que el promedio para todo el mes de octubre es de unos 110 milímetros, dijo el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La capital argentina y su periferia, donde viven 14 millones de personas, amaneció con sus principales avenidas inundadas, incluidos vehículos a la deriva arrastrados por el agua, mientras quedaron intransitables estratégicas vías de acceso a Buenos Aires desde la zona conurbana.
Cinco de las siete líneas del metro capitalino y los trenes suburbanos que transportan millones de personas diariamente hacia Buenos Aires estuvieron interrumpidos varias horas, lo que colapsó el sistema de autobuses y demoró por varias horas la llegada de los porteños a sus lugares de trabajo.
Torrentes de agua anegaron varias estaciones del metro cuyas vías férreas parecían ríos subterráneos, según mostraron imágenes de la televisión.
La falta de servicios de trenes y metro causó un aumento notorio del número de vehículos que transitaron por la capital en medio de un caos que se intensificó al dejar de funcionar la mayoría de los semáforos, constató la AFP.
La tormenta dejó sin luz a una amplia zona de la capital y su periferia.
En muchas tiendas de la zona de Belgrano, al norte de la capital, el agua alcanzaba más de medio metro de altura, y los desesperados comerciantes trabajaban para evacuarla de sus locales y salvar como podían parte de la mercadería.
AFP