César Alejandro Contreras, de 35 años de edad, escolta de la Defensoría del Pueblo, murió el mediodía de domingo en el interior de su vivienda, en Altos de Lídice, cuando dos delincuentes ingresaron para cometer un atraco.
El escolta llegaba a su domicilio en el sector La Vaquera, cuando dos hombres armados lo sometieron, le robaron su arma de fuego personal y lo obligaron a ingresar. Dentro de la casa estaba su esposa a quien también encañonaron para robarlos, peri antes de huir, al hombre le propinaron dos tiros de escopeta.
En la morgue de Bello Monte, la hermana de la víctima, Mónica Contreras, ofreció una versión confusa del hecho. Dijo que su hermano era técnico en refrigeración y que tenía su propia empresa en El Paraíso.
El escolta tenía cinco hijos, entre ellos una niña de 8 años con su actual esposa, pero la pequeña no estaba en casa porque la había llevado a la playa. La mujer dijo que los sujetos huyeron de la vivienda con varias pertenencias de su hermano, como un televisor, joyas y equipos celulares.
Aunque no hizo mención de las labores de César Contreras como escolta de la Defensoría del Pueblo, instó a las autoridades del país a evaluar la procedencia y destinos de las armas de fuego están en manos de personas inescrupulosas. “Tanto armamento en la calle. Hay más armas que en las mismas policías y la GN. Mi hermano era trabajador, pero lamentablemente así como lo mataron a él, matan personas inocentes diariamente en Caracas”, dijo.
AA.