Residentes del sector del oeste de Guarenas y allegados a la víctima incendiaron la vivienda donde Oliver Antonio Medina Cedeño violó y asesinó la tarde del pasado sábado a la pequeña Franchesca Ruiz
El barrio El Tamarindo amaneció ayer convulsionado, como el resto de la ciudad de Guarenas que se ha mantenido conmocionada, tras conocer los detalles del horrendo crimen de la pequeña Franchesca Ruiz, de 5 años de edad, a quien un vecino ultrajó y asesinó, para luego enterrarla en el baño de su vivienda, tal y como lo dimos a conocer en la pasada edición de La Voz.
Oliver Antonio Medina Cedeño, de 40 años, como ha sido identificado el asesino, había salido de la cárcel, a partir de un beneficio de libertad asistida otorgado por el tribunal que llevaba su causa, así como consiguió redención de la pena de 15 años que le fue impuesta, producto del asesinato, en similares condiciones, de una pequeña de seis años de edad, residente de la urbanización Trapichito de Guarenas, quien era su hijastra, y a la cual se habría llevado de su vivienda, para acabar vilmente con su vida y dejar abandonado su cuerpo ultrajado y quemado en un sector de lo que hoy se conoce como Loma Linda, en jurisdicción de Guatire.
Ahora este sujeto habría repetido el atroz episodio, y producto de ello los vecinos del barrio ubicado al oeste de Guarenas, en conjunto con los padres de la infante asesinada emprendieron un fuerte plan de búsqueda por todo el lugar, para dar con el paradero del ahora llamado «Monstruo de El Tamarindo».
Los cuerpos de seguridad que hacen vida en la ciudad, desplegaron un amplio dispositivo por todo el sector de El Tamarindo y de La Guairita en búsqueda de este criminal que causó la brutal muerte de la niña Franchesca Ruiz, después de haber abusado sexualmente de ella. Además, residentes del señalado sector de Guarenas y funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalisticas (Cicpc), de la Policía del municipio Plaza y de Polimiranda, se encuentran abocados a esta búsqueda.
Sedientos de justicia
En consecuencia a este terrible hecho, los residentes del popular sector y allegados a la familia Ruiz han ejecutado diversas manifestaciones y cierres de vías con la intención de atrapar a este presunto asesino, por lo que tomaron las adyacencias del callejón Armando Urbina, y prendieron fuego al rancho donde vivía Medina Cedeño, lugar donde atacó bestialmente a la pequeña y la enterró.
De igual manera, entre los habitantes de la zona a eso de la medianoche comenzó a correr el rumor de que el solicitado criminal había sido capturado por funcionarios castrenses en el sector El Cercado, lugar a donde un grupo de personas se dirigió y cerraron parte de la vialidad para exigir la entrega de Medina Cedeño a la poblada. Sin embargo, dicha detención no se había ejecutado, por lo que durante todo el día de ayer continuaron tras la pista del sujeto en cuestión.
Plan de búsqueda vecinal
Los residentes de la zona donde se suscitó en crimen, no sólo colaboran con los padres de la infante fallecida haciendo recorridos por todo el lugar, sino que también emprendieron un plan de búsqueda a través de la difusión de la fotografía del «Monstruo de El Tamartindo» por diversas redes sociales y colocando panfletos con la imagen de éste por las paredes, postes de luz, vehículos particulares y colectivos de toda la ciudad de Guarenas.
Esto con la intención de que aumente la cantidad de personas que participan en este incansable rastreo, así como también crear alerta entre los resdeintes de Guarenas, pues no es primera vez que Medina Cedeño se ve involucrado en este tipo de delitos.
Reincidente en libertad
Por otra parte, se pudo conocer que Oliver Antonio Medina Cedeño, estuvo por primera vez tras las rejas cumpliendo una pena que debía ser de 15 años por el delito de homicidio calificado, de fecha 23 de marzo del 2005, por lo que estuvo recluido en el Centro Penitenciario Yare I, tras violar y asesinar a quien era en aquel momento su hijastra de apenas seis años de edad.
Sin embargo, por mostrar una supuesta buena conducta y dedicarse al trabajo y al estudio dentro de la señalada cárcel, la jueza Eliade Margarita Isturiz le otorgó el beneficio para que la pena fuera redimida por haber laborado una año en el recinto penitenciario, logrando rebajar en alta proporción su tiempo de reclusión.
Marien Daniela Sierra
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