Marco Scutaro fue uno de los mejores bateadores se San Francisco en la postemporada
Después de fallar cada uno de sus ocho turnos entre los Juegos 2 y 3 de la Serie Mundial, el venezolano recibió un mensaje positivo de su compatriota y compañero en los Gigantes, Grégor Blanco.
«Yo le dije a él que era el pelotero que iba a dar la cara hoy», le relató Blanco a LasMayores.com entre celebraciones de champaña en el clubhouse visitante del Comerica Park.
Efectivamente, fue Scutaro-bateador oportuno de San Francisco durante la mayor parte de esta postemporada-quien dio el hit decisivo en el décimo inning para darles una victoria por 4-3 a los Gigantes sobre los Tigres en el Juego 4 de la Serie Mundial, lo que fue la culminación de una barrida propinada por San Francisco a Detroit.
«Cuando empujó la carrera y llegó a segunda se lo dije, y él me dijo ‘tú confiaste en mí’ y le dije, ‘claro’.»
Scutaro le conectó sencillo al zurdo Phil Coke en la primera parte de la décima entrada para empujar a Ryan Theriot. Fue su segundo hit del partido y su cuarto de la serie, en un total de 16 turnos al bate.
«Somos campeones», dijo Scutaro, quien se coronó por primera vez en su carrera de 11 años en Grandes Ligas. «Acabamos de ganar la Serie Mundial.
«Este es un sueño hecho realidad», continuó. «Cuando firmas un contrato y te conviertes en pelotero profesional, sueñas con esto. No tiene precio.»
Para los Gigantes, no tiene precio el valor de Scutaro desde que el veterano llegó al equipo el pasado 27 de julio vía un cambio con Colorado por el infielder Charlie Culberson. El venezolano bateó .362 en 61 partidos y 243 turnos por San Francisco en los últimos dos meses de la campaña regular, con OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .859.
Después vino su valiente actuación de Jugador Más Valioso contra los Cardenales en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, con todo y los dolores provocados por el golpe recibido de parte de Matt Holiday en una jugada en la segunda base. Y el domingo fue la gran coronación de su heroísmo de octubre con el batazo frente a Coke.
«Sabía que era buen jugador, pero fue apropiado que él diera el hit ganador porque ha dado tantos batazos oportunos», dijo el manager de los Gigantes, Bruce Bochy. «Marco es un muchacho que quieres ver en esa situación. Sabes que probablemente va a poner la bola en juego y ponerle buena madera. Eso es lo que hizo.»
Para los que han seguido de cerca a los Gigantes desde fines de julio, lo hecho por Scutaro no es nada nuevo. Y uno que lo conoce desde hace muchos años, desde sus tiempos juntos en los Atléticos, es el relevista dominicano de San Francisco Santiago Casilla.
«Es un pelotero bien inteligente», dijo Casilla. «Es un pelotero que siempre está en conteo y sé que cuando hicieron el cambio para acá me sentí contento, porque pensé que podía ayudar al equipo. Ahora se ha hecho mejor bateador y más inteligente también. Todo el mundo está contento con él.»
Después de quemar el pitcheo de San Luis en la segunda ronda de los playoffs e irse de 4-2 en el Juego 1 de este Clásico de Otoño, Scutaro tuvo sus tropezones en el plato en los segundo y tercer choques.
«Marco había estado pasando por un momento un poco desagradable, ya que en la otra serie fue el MVP, pero en ésta no había demostrado de lo que es capaz.»
Todo eso cambió en el Juego 4, cuando Scutaro se fue de 4-2 con esa empujada de la victoria.
«Siempre es un bateador oportuno», dijo acerca de Scutaro el también venezolano Pablo Sandoval, Jugador Más Valioso de la serie. «Fue un bateador bien oportuno en la postemporada. Hizo muchas cosas por el equipo. Se ganó esto de ser campeón de la Serie Mundial.»
A sus 36 años, Scutaro tiene su primer anillo. Es algo que parecía imposible cuando el oriundo de San Felipe militaba con los sotaneros Rockies a mediados de la temporada, antes del canje a San Francisco.
«Para esto es que uno trabaja durante la temporada muerta y los entrenamientos», dijo Scutaro, quien disfrutó en grande la barrida lograda por los Gigantes. «Fue bien especial. Estuvimos contra la pared (en las primeras dos rondas de la postemporada) y les dije a mis compañeros, ‘Por favor, no quiero estar contra la pared otra vez. Vamos a salir de esto rápido.'»
Eso mismo hicieron los Gigantes.
Hubo champán por segunda vez en tres años en los predios de San Francisco. Y por primera vez en su carrera de Grandes Ligas, Scutaro se puede proclamar campeón.
«Esa era mi meta tan pronto llegué a este equipo», expresó Sctuaro. «Contribuir y tratar de hacer lo mejor para ayudar a este equipo.»
Misión cumplida.
David Venn/
LasMayores.com