Luego de contratar a toda una celebridad como manager y de no obtener resultados con ese piloto, los Marlins de Miami decidieron traer al sustituto desde las ligas menores.
Mike Redmond, que pasó los últimos dos años como manager de equipos de la Clase A en la organización de los Azulejos de Toronto, fue contratado el jueves por los Marlins como reemplazo del venezolano Ozzie Guillén.
Redmond, ex receptor en las Grandes Ligas, jamás había sido siquiera candidato para un empleo en las mayores sino hasta la semana pasada, cuando los Marlins lo entrevistaron. Firmó un contrato por tres años y será presentado el viernes como el quinto piloto de los Marlins desde comienzos de 2010.
Guillén tuvo palabras de respaldo para Redmond.
«Felicitaciones Mike Redmond», tuiteó el venezolano. «Buena suerte amigo, tienes grandes tipos jugando para ti… te deseo lo mejor. Eres un buen hombre de béisbol y te divertirás con los jugadores».
Guillén fue despedido la semana pasada, después de estar al frente de Miami apenas durante una campaña. Hace un año, los Marlins cedieron en canje a dos peloteros de las menores para hacerse de los servicios del venezolano, procedente de los Medias Blancas de Chicago, y firmaron con él un contrato sin precedente para el club, por cuatro años y 10 millones de dólares.
En contraste con el famoso y polémico Guillén, Redmond es de perfil más bajo. Bateó para .287 durante 13 temporadas, jugó siete años con los Marlins y les ayudó a ganar la Serie Mundial en 2003.
«Creo que es una gran contratación», opinó Jack McKeon, quien fue manager de Redmond en los Marlins. «Estoy fascinado. Sabe mucho, era un jugador desprendido y dedicado. Me impresionó mucho en mis años en Florida, siempre pensé que algún día sería un buen manager».
Redmond fue popular entre sus compañeros por su sentido del humor. Algunos recuerdan que durante varios días realizó la práctica de bateo desnudo en una jaula bajo techo, para ayudar a que el equipo saliera de una mala racha con el madero en 2003.
El ex pelotero tenía vínculos con el dueño de los Marlins, Jeffrey Loria, y con el presidente de operaciones deportivas Larry Beinfest. Por ello, se le consideraba el candidato principal al puesto.
Los Marlins entrevistaron a otros aspirantes, incluido el ex manager de las mayores, Larry Bowa, el ex piloto de los Piratas de Pittsburgh, Lloyd McClendon, y el ex coach de pitcheo de los Rojos de Cincinnati, Bryan Price.
Desde que era catcher, Redmond expresó su interés por dirigir. Jugó para Jim Leyland, McKeon y Ron Gardenhire, entre otros pilotos.
«La gente me pregunta, ‘¿cuál es tu estilo?»’, dijo Redmond la semana pasada. «Aprendí mucho de mis managers… Hay muchas personas de las que aprendí cosas distintas. Me sentaba, escuchaba, veía y aprendía».
Los Marlins, reforzados como nunca antes, se mudaron a un nuevo parque y tenían grandes esperanzas de un título. Pero una temporada prometedora comenzó a descarrilarse desde la primera semana ante las críticas que se hicieron a Guillén por hacer comentarios elogiosos sobre el ex presidente cubano Fidel Castro.
Luego, vino un mal desempeño del equipo, que ahuyentó a los espectadores del parque. Los Marlins terminaron últimos en la División Este de la Liga Nacional, con un récord de 69-93, el peor que han tenido desde 1999.
AP