Venezuela justificó hoy su decisión de denunciar la Convención Americana de Derechos Humanos y aseguró que se distanciará del «pervertido ejercicio» de sus órganos, aunque seguirá asistiendo a las audiencias de la CIDH para «defenderse».
El representante venezolano para los derechos humanos, Germán Saltrón, se pronunció así en una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que también acudieron activistas del país para denunciar la «criminalización y exclusión» de las organizaciones de derechos humanos.
«Nuestro país se ve obligado a distanciarse del pervertido ejercicio actual de las instituciones del sistema interamericano de derechos humanos, que se han deslegitimado repetidamente», dijo Saltrón en una audiencia solicitada por el Gobierno de Hugo Chávez para defender la situación de derechos humanos en el país.
Venezuela se reafirmó así en la denuncia presentada en septiembre contra la Convención Americana, que dentro de un año liberará al país del mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), pero no de la CIDH, dado que ésta se rige por la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Para escapar a la jurisdicción de la CIDH, Venezuela tendría que renunciar a participar en la OEA, algo que no se plantea. «No queremos salirnos de la OEA, porque eso no solucionaría el problema», apuntó Saltrón, que indicó que Cuba «fue expulsada» del organismo y sigue recibiendo denuncias ante la CIDH, de las que «no puede defenderse».
«No nos vamos a salir porque sé que ustedes van a seguir, porque esa es la política que les establece el Departamento de Estado de EE.UU.», añadió.
«Seguiremos defendiéndonos siempre que ustedes nos ataquen, porque nosotros tenemos el mejor argumento que es la verdad histórica. Eso no podrán arrebatárnoslo», aseveró.
Lo que quiere Venezuela es que la CIDH «se reforme en una comisión imparcial y objetiva», prosiguió Saltrón, que pidió al organismo de la OEA que «elimine la aplicación de un doble rasero y la politización, y que deje de pronunciarse sobre cuestiones no resueltas» en los sistemas jurídicos de cada Estado.
La de hoy fue la primera audiencia de Venezuela desde la marcha del anterior secretario Ejecutivo de la CIDH, Santiago Canton, con quien Caracas mantenía una tensa relación y le acusaba de haber respaldado el golpe de Estado frustrado contra Chávez en 2002.
La ponencia dejó claro que el cambio de titular de la CIDH, comisión gestionada ahora por el mexicano Emilio Álvarez Icaza, no modifica la opinión del país con respecto al organismo, que «perdió su credibilidad» en el momento del golpe de Estado, según Saltrón. EFE