Las personas ingresadas en el hospital provincial de Garisa sufren de quemaduras o de heridas por esquirlas de bala
NAIROBI. Un policía murió y 14 personas resultaron heridas en un ataque con granada contra una iglesia del este de Kenia, en una región donde los atentados se han multiplicado desde que el ejército keniano entró en 2011 en el sur de Somalia para combatir a los insurgentes islamistas shebab.
Según la policía, el ataque, perpetrado por dos hombres armados, se produjo hacia las 10H00 (07H00 GMT), en plena oración, en la iglesia interconfesional Utawala de la ciudad de Garisa.
Dos iglesias de esta ciudad situada a unos 140 kilómetros de la frontera somalí ya habían sido blanco de un atentado perpetrado por un comando de hombres armados y encapuchados al comienzo de julio, con un saldo de al menos 18 muertos.
«Tenemos un muerto», declaró el domingo por la tarde Philip Tuimur, el jefe de la policía de la Provincia del Nordeste, donde se produjo el ataque.
La víctima es un policía que falleció como consecuencia de sus heridas en el hospital, según otro agente que pidió mantener el anonimato.
La iglesia está situada en un campo de la policía administrativa de Garisa. Entre los heridos también figuran agentes.
Las personas ingresadas en el hospital provincial de Garisa sufren de quemaduras o de heridas por esquirlas de bala, explicó el doctor Mohamed Cheij.
De las 14 personas que seguían hospitalizadas este domingo por la tarde, tres tuvieron «que ser evacuadas hacia Nairobi» debido a la gravedad de sus heridas, precisó el médico a la AFP.
Según la policía, la granada fue lanzada el domingo por el tejado de la iglesia. Testigos citados por las fuerzas de seguridad aseguran que también se escucharon disparos.
Los atentados golpearon incluso la turística ciudad costera de Mombasa y Nairobi, principalmente sus iglesias. Kenia es un país poblado mayoritariamente por cristianos.
Las autoridades kenianas atribuyen estos atentados a los shebab o a sus simpatizantes, pero los insurgentes no acostumbran a reivindicarlos.
Combatidos en Somalia por una fuerza de la Unión Africana (AMISOM), a la que se unió el ejército keniano, y también por un incipiente ejército somalí y un contingente etíope, los shebab fueron perdiendo sus bastiones en el centro y en el sur del país durante los últimos meses.
Pero todavía controlan focos en estas regiones y, según los expertos, constituyen una amenaza para el restablecimiento de la paz en Somalia, un país devastado por más de 20 años de guerra civil.
Un policía murió y 14 personas resultaron heridas en un ataque con granada contra una iglesia del este de Kenia, en una región donde los atentados se han multiplicado desde que el ejército keniano entró en 2011 en el sur de Somalia para combatir a los insurgentes islamistas shebab.
AFP