Los rebeldes sirios tomaron el domingo un yacimiento de petróleo por primera vez desde el inicio del conflicto, y derribaron un avión, sumando éxitos militares mientras la oposición política intenta fortalecer su credibilidad.
En Damasco, el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) dijo que hubo un importante despliegue policial y se cortaron carreteras, tras unos combates al amanecer y un atentado en un barrio que alberga numerosos centros del aparato de seguridad.
La prensa oficial dijo que hubo 11 heridos en el atentado, que atribuyó a grupos «terroristas». Se produjo en un aparcamiento detrás del hotel Dama Rose, donde se encuentra el representante del emisario internacional Lakhdar Brahimi.
En el este del país, los rebeldes tomaron uno de los principales campos petroleros de la provincia de Deir Ezzor, que posee las mayores reservas energéticas de Siria.
«Los rebeldes tomaron el control del yacimiento Al Ward, al este de la ciudad de Mayadin, al término de un sitio de varios días», anunció el OSDH, una ONG opositora con sede en Gran Bretaña.
Unos 40 militares encargados de la custodia del yacimiento murieron o fueron capturados, indicó la fuente.
Además los rebeldes se apoderaron de un tanque, de varios vehículos blindados y de municiones, indicó la fuente. Según el OSDH, los insurgentes abatieron en la misma zona un avión del ejército regular.
La aviación del gobierno, su principal baza militar en el conflicto, golpeó este domingo numerosas regiones, entre ellas la Ghuta oriental, la zona de campo que rodea la capital, según el OSDH. El sábado ya murieron en esa zona 14 personas, víctimas de los bombardeos.
En el norte del país, los aviones mataron a cuatro civiles en Al Bab, según la misma fuente, y atacaron la región de Idleb (noroeste) con un saldo de 19 fallecidos.
En Deraa (sur), dos rebeldes y cuatro soldados murieron en combates, según el Observatorio.
En la jornada de este domingo murieron al menos 96 personas, entre ellas 35 civiles, 20 rebeldes y 41 soldados, según el balance del OSDH, que se apoya en una red de militantes y fuentes médicas.
A nivel político, el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición opositora acusada por Estados Unidos de no ser suficientemente representativa, inició en Doha una reunión con vistas a reformarse. El jueves abrirá discusiones con miembros de otras organizaciones opositoras.
Washington ejerce una fuerte presión sobre el CNS para que supere sus divisiones, y numerosas voces abogan por la creación de un gobierno en el exilio dirigido por un veterano de la oposición, el ex diputado Riad Seif, que vive fuera de su país.
Este último se reunió hace poco en Jordania con unos veinte opositores, miembros o no del CNS, entre los cuales representantes de los kurdos, de la izquierda y de los Hermanos Musulmanes, para «preparar» la conferencia del jueves en Doha.
Sin embargo, Riad Seif desmintió este domingo desde Doha que aspire a presidir un gobierno en el exilio, y afirmó que trabaja para que la oposición tenga una nueva dirección política.
«En ningún caso seré candidato a dirigir un gobierno sirio en el exilio», dijo Seif a los periodistas antes del inicio de la reunión del CNS.
En su lugar, trabajará en la formación de una nueva dirigencia política opositora, «que formará lo antes posible un gobierno de tecnócratas».
«Tengo 66 años y muchos problemas de salud», agregó Seif que pasó numerosos años en la cárcel y padece un cáncer.
Según el portavoz de Riyad Hijab, un ex primer ministro sirio que hizo defección y que estuvo presente en el encuentro de Ammán, «la iniciativa nacional siria» propuesta por Seif «prevé la creación de un nuevo órgano político de la oposición que represente a todos sus componentes».
La aviación siria atacó el domingo varias localidades de la región de Damasco mientras que la artillería bombardeaba barrios de Alepo, en el norte del país, pocas horas antes del inicio en Doha de una reunión de la principal coalición opositora que busca afianzar su credibilidad.
Los rebeldes sirios afirmaron que habían lanzado un asalto sobre la zona norte de Alepo, donde se desplagaba la fuerza aérea del régimen, la víspera de un encuentro crucial para decidir el futuro de la oposición en el país.
AFP