Las jornadas de parlamentarismo social promovidas por el Parlamento Indígena de América-Gurpo Parlamentario Venezolano (PIA-GPV) seguirán este mes en los estados Apure, Delta Amacuro, Sucre, Zulia y Monagas, como el mecanismo idóneo mediante el cual los miembros de las comunidades originarias de distintos estados del país están ejerciendo su derecho a la participación y realizan propuestas para el proyecto de Ley de Educación Indígena.
Este instrumento legislativo ha sido discutido en la Comisión Permanente de Pueblos Indígenas de la Asamblea Nacional (AN) y se está a la espera de que la junta directiva del parlamento considere pertinente incorporarlo a la primera discusión en plenaria.
Abarca desde la educación maternal, preescolar, básica hasta la universitaria, «por eso hay muchas propuestas y el interés nuestro es prestar una herramienta para que el órgano educativo sepa trabajar con nuestros pueblos», sostuvo el presidente del PIA-GPV, Esteban Argelio Pérez.
Explicó que dichas jornadas incluyen talleres, foros y charlas en torno a dicho proyecto e informó a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) que para este jueves la actividad se realizará en la escuela bolivariana Palmarito, en el municipio Achaguas, estado Apure, donde se contará con la participación de docentes indígenas de la entidad.
Adelantó que esperan estar en Delta Amacuro del 15 al 17 de noviembre y paralelamente en el estado Sucre, así como contemplan nuevas visitas al Zulia y Monagas.
Educación propia indígena
El diputado sostuvo que dentro del reconocimiento en la Constitución de los pueblos indígenas, incorporados en el tema de un país multiétnico, pluricultural, «tenemos el derecho a una educación que contemple en primer término el conocimiento de nuestros pueblos, en lo que denominamos educación propia o educación indígena, y la idea es reglamentar eso».
Desde su punto de vista como docente señaló que han considerado dentro de las propuestas la necesidad de que en las instituciones educativas originarias exista un personal plenamente capacitado en cuanto a la cosmovisión indígena, «de manera que nuestros sabios, líderes y chamanes tengan la posibilidad de acceder a un espacio para impartir a nuestros niños esa sabiduría que está en la mente de nuestros pueblos y no en el papel».
Otra propuesta es que los docentes sean postulados por cada pueblo a quienes estén al frente de las instituciones, que éstas, a su vez, sean coordinadas por personal que surga de las comunidades, que sea conocedor de la cultura ancestral, «o en tal caso de que no exista en una localidad académicos, que al menos la persona designada para ejercer tales funciones haya convivido con las etnias y conozca sus realidades».
Resaltó que igualmente ha surgido la demanda de que el espacio para el aprendizaje no sea necesariamente un aula de clases en cuatro paredes, sino ambientes naturales que sirvan de escenarios para impartir actividades como el canto y la danza.
El parlamentarismo social indígena cuenta con el apoyo de otros organismos como el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) y la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), para llevar a estos pueblos cedulación y charlas para la prevención del consumo de drogas, así como se efectúan jornadas de atención integral en salud.
AVN