La agotadora campaña, en la que ambos partidos se han gastado unos 6.000 millones de dólares, mantuvo movilizados a los candidatos hasta el último minuto
WASHINGTON. Estados Unidos vivió el martes una nerviosa velada electoral para averiguar si su próximo presidente será el demócrata saliente Barack Obama o su rival republicano Mitt Romney, ambos prácticamente empatados tras una reñida campaña hasta el último aliento.
Un total de 25 estados, la mitad del mapa electoral incluídos los decisivos Ohio, Florida y Virginia, habían cerrado sus mesas electorales a las 01H00 GMT, aunque con largas colas de votantes que aún podían depositar sus boletas, lo que hacía augurar récords de participación.
En esos tres estados las primeras previsiones de las emisoras televisivas eran demasiado cerradas para dar un triunfador.
Obama y Romney pelearon el voto hasta el último minuto, para una elección que presentaron como decisiva para el rumbo del país.
La campaña fue igualmente cerrada hasta la misma jornada electoral. Obama, de 51 años, el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, pidió el voto por teléfono a votantes indecisos desde Chicago.
Romney, de 65 años, exgobernador de Massachusetts (noreste), acudió a Ohio y Pensilvania para dos últimos mítines y animar a otro centro de su campaña, para luego regresar a Boston con un discurso de victoria listo en el bolsillo.
Cuatro años después de su rotundo triunfo, Obama pedía un mandato más para enterrar totalmente la crisis económica, instaurar su gran reforma sanitaria y retirar a las tropas de Afganistán en 2014.
Romney, que dio un giro moderado a su mensaje conservador, intenta frustrar esos planes con una agenda arriesgada, centrada en los recortes generalizados de impuestos y del gasto público.
Ambos lucieron emocionados y cansados en el último tramo electoral, tras una agotadora campaña que representó un gasto de 6.000 millones de dólares para republicanos y demócratas, en plena recuperación económica.
Obama confesó cierto «nerviosismo» pero se manifestó confiado de haber hecho una buena campaña hasta el final.
Romney reconoció que se sintió ya «emocionalmente» ganador al ser recibido por sus simpatizantes.
«Acabo de terminar de escribir mi discurso de victoria. Tiene unas 1.118 palabras», aseguró a reporteros.
«Soy muy optimista, no solamente por los resultados sino también sobre el futuro de Estados Unidos», había afirmado en Cleveland, Ohio, donde visitó un local de voluntarios republicanos.
Horas antes Obama había hecho lo mismo, al acudir por sorpresa a un local de su campaña en Chicago, para ayudar a llamar a los últimos indecisos.
Luego se fue a jugar a baloncesto, su ritual cada vez que hay elecciones, esta vez con dos antiguas estrellas de la NBA.
En el voto popular, los sondeos dan a Romney y Obama casi empatados, pero la elección se dirime de forma indirecta, mediante un Colegio Electoral de 538 integrantes elegidos estatalmente.
Obama partió con una ligera ventaja en varios de los estados indecisos.
La participación se anunciaba récord por ejemplo en Florida, un estado clave donde el voto hispano puede inclinar la balanza.
Más de 30 millones de estadounidenses ya habían votado anticipadammente antes de esta jornada. AFP
Obama gana en Vermont,
Mitt Romney en Kentucky
El presidente Barack Obama ganó en el estado de Vermont, Illinois, Connecticut, Maine, el Distrito de Columbia, Delaware, Rhode Island, Maryland y Massachusetts.
El candidato opositor Mitt Romney ha vencido en Tenesí, Georgia, Kentucky, Virginia Occidental, Alabama y Oklahoma.
En cuanto al total de votos, Romney ganaba por 8,2 millones de votos (52 ante 7,5 millones de votos (47%) para Obama. Cinco por ciento de los distritos han sido contados.
En cuanto al Colegio Electoral, Romney llevaba al cierre 142 contra 110 para Obama. Se necesitan 270 votos del Colegio Electoral para ganar la presidencia.
AP