DUALA, Camerún. El presidente camerunés Paul Biya conmemoró el martes sus tres décadas en el poder con ruidosos festejos organizados por el partido gobernante, mientras la policía lanzaba gases lacrimógenos y usaba cañones de agua para dispersar una protesta de la oposición.
Biya, quien volvió a ser elegido en 2011 y prometió presentarse nuevamente en el 2018 si tiene salud, menciona sus aplastantes victorias como prueba de su continuada popularidad. En el 2008 eliminó de la constitución las limitaciones de tiempo para gobernar el país.
No todos los cameruneses festejaron el dilatado gobierno de Biya. Casi dos tercios de los cameruneses carecen de acceso al agua potable y electricidad y muchos se marchan a Europa y otros lugares en busca de una vida mejor.
«Tengo 30 años. ¿Se lo imagina? Nací el mismo año que llegó al poder Biya», dijo Nicole Nana, una habitante de Duala. «Hoy soy una madre desempleada de dos hijos; incapaz de alimentarlos y mandarlos a la escuela. Soy un sumario de la era Biya en la que la corrupción y la mala gobernanza indica que pese a los vastos potenciales que tenemos, somos una generación sacrificada».
AP