En un nuevo desafío a la presidenta Cristina Fernández en menos de dos meses, miles de argentinos se convocaron en las redes sociales para manifestarse el jueves en un cacerolazo en contra de la dirigente peronista y su gestión.
La convocatoria para la manifestación circula en redes sociales como Twitter y Facebook desde hace semanas, sin que los argentinos que la promocionan invoquen el apoyo de partidos políticos de la oposición, aunque éstos se han manifestado a favor de la protesta. Esta última también ha sido convocada por argentinos que viven en el extranjero y que protestarán ante las embajadas de su país en ciudades como Madrid, Barcelona, Roma y Nueva York.
Los organizadores del cacerolazo sostienen que se debe a un descontento general, mientras que para el oficialismo es en gran parte el resultado de una manipulación del Grupo Clarín y otros medios de comunicación opositores a los que consideran hegemónicos.
Los manifestantes se concentrarán a últimas horas de la tarde en el Obelisco de Buenos Aires. La marcha tendrá lugar a menos de dos meses del cacerolazo del 13 de septiembre, cuando decenas de miles de personas protestaron en distintos puntos del país en contra de la inseguridad, el aumento de los precios, los casos de corrupción que salpican a funcionarios, las restricciones a la compra de dólares y el apoyo de algunos sectores oficialistas a una eventual segunda relección consecutiva de Fernández, prohibida por la constitución.
En esa ocasión la convocatoria de la protesta también se realizó a través de las redes sociales, con mensajes de texto, correos electrónicos y videos. Los debilitados partidos opositores, que atraviesan una crisis de credibilidad, no participaron de forma institucional, aunque sí algunos de sus dirigentes, que asistieron como ciudadanos comunes.
La contadora Mariana Torres, madre de tres hijos y una de las convocantes del cacerolazo del jueves, dijo a The Associated Press que los manifestantes desean que el gobierno escuche sus quejas.
Torres creó junto al abogado Marcelo Morán el portal de Facebook «El Anti K», o el anti kirchnerismo, en referencia al movimiento creado por Néstor Kirchner, fallecido marido y antecesor de Fernández (2003-2007). La popularidad de la mandataria, relegida en octubre con más de 54% de los votos, ha descendido en algunas encuestas de opinión.
Fernández representa a un sector izquierdista dentro del peronismo, el movimiento creado en los cuarenta por el general Juan Domingo Perón, tres veces presidente de Argentina.
Desde es portal Torres y Morán promovieron el cacerolazo del jueves y se adjudican tener más de 200.000 seguidores. Ambos declaran no estar afiliados a ningún partido político.
«El que no piensa como ellos es el enemigo. Eligieron como adversario a la clase media», afirmó Morán. «La gente no se siente representada por nadie, es un reclamo para todos. Le están pidiendo a la oposición que surja y al gobierno que los escuche», opinó Torres.
Según Moran la gente que va a la protesta «no van por algo puntual» sino que quiere manifestar su malestar general. «Ya se generalizó el reclamo y la gente reclama por todo», dijo.
La protesta ha sido muy cuestionada por el gobierno y sectores sociales cercanos, que la ha identificado con la «derecha rancia». Lo mismo hizo el Ejecutivo con la protesta del 13 de septiembre, cuando consideró que no quedaba claro cuál era su objetivo y criticó que fuera representativa de sectores acomodados. En esa última protesta participaron mayoritariamente sectores de clase media y media alta.
AP