Una nueva tormenta avanza hacia Nueva York y Nueva Jersey este miércoles, amenaza con volver a anegar las viviendas ya castigadas la semana pasada por la supertormenta Sandy y volver a dejar en la obscuridad a los vecindarios que comenzaban a recuperarse y de causar aflicción a decenas de miles de damnificados en la región.
Bajo circunstancias normales, una tormenta de este tipo no sería de gran peligro, pero grandes partes del litoral ha quedado semidestruido y muchas de las víctimas de Sandy aún limpian sus viviendas y vehículos y tiemblan bajo el fuerte frío.
A miles de personas de los vecindarios en zonas bajas que fueron azotados hace apenas una semana se les advirtió abandonar el área, y las autoridades indicaron que la lluvia, las nevadas y vientos de 96,56 kilómetros (60 millas) por hora por la tarde podrían provocar más inundaciones, la caída de árboles que apenas logran sostenerse por el paso de Sandy y borrar parte del avance logrado con esfuerzos al restablecer la electricidad para millones de personas.
«Estoy esperando la llegada de las langostas y la peste a continuación», dijo el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie. «Podríamos tener un contratiempo en las próximas 24 horas».
En Nueva Jersey, las cuadrillas de empleados públicos trabajaron para crear dunas a lo largo de la ribera para proteger la azotada costa, y se ordenaron nuevas evacuaciones en varias comunidades de antemano vaciadas por Sandy. Nuevos refugios abrieron sus puertas.
En Nueva York, la policía utilizó los altavoces de sus vehículos para advertir a los pobladores de zonas vulnerables que evacuen sus viviendas, una de las medidas adoptadas por las autoridades.
«Pese a que no es tan potente como Sandy —sin la fuerza, en condiciones normales, para ordenar una evacuación_, como medida cautelar, debido al cambio de las circunstancias físicas, iremos a las mismas zonas concretas para alentar a los residentes a que se trasladen a zonas más elevadas», dijo el martes el alcalde Bloomberg.
La Agencia Federal para Manejo de Emergencias dijo que en la zona de Nueva York y Nueva Jersey las personas que han quedado sin hogar suman 95.000 y podrían recibir asistencia habitacional de emergencia. En Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, más de 277.000 personas se inscribieron para recibir esa ayuda, agregó la agencia.
Aunque los funcionarios de Nueva York pidieron a los residentes de zonas bajas que se trasladen a otras más elevadas, algunos se negaron y decidieron encarar la nueva tormenta incluso entre los pocos enseres que les dejó Sandy.
Los meteorólogos indicaron que la nueva tormenta que se desplaza por el Atlántico desde la Florida seguramente se adentrará en alta mar y se alejará de la costa antes de lo pronosticado.
Las marejadas a lo largo de la costa de Nueva York y Nueva Jersey podrían alcanzar casi un metro (3 pies), una magnitud que resulta entre la mitad y un tercio a la alcanzada la semana pasada por Sandy. Aunque ello ocasionaría solamente pequeñas inundaciones, seguramente creará casos de erosión en la costa de Nueva Jersey y en Long Island, donde Sandy demolió algunas dunas de protección costera.
AP