«Es muy importante insistir en la alimentación saludable y el ejercicio para mantener el colesterol LDL bajo en la juventud», dijo el doctor Brian Ference, que dirigió el estudio publicado en Journal of the American College of Cardiology
NUEVA YORK (Reuters Health) – Los adolescentes y los jóvenes deberían prestarle más atención al colesterol en lugar de esperar hasta la edad adulta, cuando queda menos posibilidad de actuar. No existe una prueba irrefutable de que hacerlo los beneficiaría y hasta se debate la pesquisa del colesterol alto antes de los 35, pero algunos médicos sostienen que las pruebas preliminares son lo suficientemente sólidas como para adelantar las intervenciones.
En el nuevo estudio, publicado en Journal of the American College of Cardiology, los autores hallaron que las personas con mutaciones naturales asociadas con la disminución del colesterol tenían bajo riesgo de padecer enfermedad cardíaca.
Y esa reducción del riesgo era tres veces mayor que la que se lograría con los medicamentos para disminuir el colesterol que se utilizan en la población de 60 años.
«El estudio no sugiere un beneficio de adelantar la indicación de las estatinas, pero sí de reducir el colesterol más tempranamente», dijo el doctor Brian Ference, director del
Centro de Investigación Genómica Cardiovascular de la Facultad de Medicina de Wayne State University, en Detroit.
«Es muy importante insistir en la alimentación saludable y el ejercicio para mantener el colesterol LDL bajo en la juventud», dijo Ference, que dirigió el estudio.
La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte del mundo y la Asociación Estadounidense del Corazón estima que en Estados Unidos produce un tercio de todas las muertes. Cada año, sólo los infartos matan a unos 400.000 estadounidenses.
Actualmente, los médicos les recetan estatinas a las personas que tienen un elevado riesgo cardiovascular a 10 años, según la edad, el sexo, el colesterol y la presión. Las
estatinas reducen el colesterol LDL, que induce la acumulación de placa en las paredes arteriales. Esto disminuye el flujo sanguíneo y provoca infartos.
El equipo de Ference planteó que si se pudieran mantener controlados los niveles de colesterol durante toda la vida, podría evitarse la formación de la placa. Los autores
recurrieron a las mutaciones genéticas como un puente para reducir el colesterol LDL.
Esos llamados polimorfismos de nucleótido simple (SNP, por su sigla en inglés) son variaciones naturales de un solo bloque de ADN que se hereda aleatoriamente en la concepción.
A partir de estudios previos sobre nueve SNP y más de 300.000 personas, el equipo halló que cada mutación estaba asociada con una disminución significativa del riesgo cardíaco.
Es más, esa reducción (del 55 por ciento) se mantenía al analizarla por unidad de colesterol. Eso sugiere, según explicó Ference, que la causa de la disminución del riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca sería el colesterol bajo y no otro factor asociado con las mutaciones.