WASHINGTON. El largo trayecto se está acortando y falta poco para que la ley de salud del presidente Barack Obama alcance su plenitud, después de haber sobrevivido la máxima prueba en la Corte Suprema y ahora en las elecciones. Dentro de 11 meses, aquéllos que no están asegurados podrán obtener la deseada cobertura de salud.
«Estamos fuera de la astucia del juego político y en la realidad», dijo Sandy Praeger, comisionado republicano de seguros de Kansas. La semana entrante, los estados tienen que decir si están comprometidos en construir el marco jurídico para la entrega del seguro de salud a millones de personas.
Sin embargo, no todos los obstáculos están sorteados.
Los gobernadores republicanos que han ridiculizado la ley de salud, calificándola de «Obamacare», deben decidir ahora si es mejor para sus estados contribuir a ponerla en marcha. El gobierno podría trastabillar para aplicar esta legislación compleja o tropezarse si las negociaciones presupuestarias con el Congreso resultan en una reducción de la iniciativa respecto del contenido original.
«Todavía vamos a batallar con el proceso político; hay obstáculos políticos importantes y desafíos logísticos», dijo Andrew Hayman, de la Fundación Robert Wood Johnson, la cual es apartidista y que ayuda a los estados a poner en marcha la ley. «Sin embargo, vamos en una trayectoria muy positiva», agregó.
En lugar de que sea desmantelada por un presidente republicano y el Congreso, la ley de Obama está en vías de ocupar un lugar junto con el Medicare y el Medicaid. La acción ha comenzado de inmediato.
Una semana después del viernes, los estados deben notificar a Washington si establecerán nuevos mercados de seguros de salud, llamados canjes, en los que millones de familias y pequeñas empresas comprarán una cobertura privada.
El Departamento de Servicios de Salud y Humanos dirigirá los canjes en los estados que no están listos o dispuestos.
En total, se prevé que más de 30 millones de personas que carecen de seguro obtendrán la cobertura conforme a la ley. Alrededor de la mitad tendrán seguros privados mediante los canjes, y la mayoría recibirán asistencia del gobierno para que paguen las primas.
AP