El general de cuatro estrellas retirado David Petraeus, que encabezó las campañas militares en Irak y Afganistán, presentó su dimisión como director general de la poderosa agencia de inteligencia de EE. UU.
WASHINGHTON. David Petraeus, director de la CIA, la poderosa agencia de inteligencia estadounidense, comunicó este viernes su renuncia por mantener una relación extraconyugal.
En un mensaje a los empleados de la agencia, Petraeus admitió haber mantenido una relación «extraconyugal».
«Tal comportamiento es inaceptable», escribió Petraeus.
Micheal Morell, director ajunto de la agencia de inteligencia, reemplazará interinamente a Petraeus.
Petraeus, de 60 años, asumió como director de la CIA hace un poco más de un año tras haber liderado la misión de la OTAN en Afganistán y haberse retirado como general, con un rango de cuatro estrellas, siendo reconocido como uno de los militares más connotados de su generación.
El hasta ahora jefe de la CIA era uno de los oficiales más conocidos del ejército estadounidense y considerado uno de los artífices de la salida airosa de Estados Unidos de Irak.
Ningún general desde William Westmoreland en la época de la Guerra de Vietnam había sido tan destacado ni había tenido tanta influencia.
«Ayer en la tarde fui a la Casa Blanca, y le pedí permiso al presidente para renunciar por motivos personales a mi puesto como director de la CIA», dijo Petraeus, y agregó que el mandatario estadounidense Barack Obama había aceptado su dimisión.
En un comunicado, Obama elogió el extraordinario trabajo de Petraeus en la agencia.
«David Petraeus ofreció un extraordinario trabajo a Estados Unidos durante décadas» afirmó Obama en el documento.
Obama agregó que, bajo cualquier punto de vista, Petraeus era uno de los oficiales destacados de su generación.
Por su parte, el director de Inteligencia estadounidense, James Clapper, lamentó la «pérdida de uno de sus servidores públicos más respetados».
En el último tiempo, la CIA había sido criticada por fracasar a la hora de proteger el consulado de Estados Unidos en Bengasi (este de Libia), luego de los ataques de hace dos meses que provocaron la muerte del embajador estadounidense.
Petraeus estaba convocado a una audiencia en el Congreso sobre el tema.
La renuncia implica un quebradero de cabeza para Obama, quien tras su reelección debe reemplazar próximamente a varios cargos importantes de su gabinete, entre ellos la secretaria de Estado, Hillary Clinton y el jefe del Pentágono, Leon Panetta.
Sin embargo, las relaciones de Petraeus con la Casa Blanca y el presidente Obama fueron intrincadas y conocieron altos y bajos.
A principios de 2009 sus relaciones se complicaron cuando Obama decidió enviar sólo 30.000 soldados adicionales a Afganistán cuando Petraeus recomendaba muchos más con el objetivo de repetir la fórmula usada en Irak.
«Un capitán de batallas»
Al final de su tiempo al mando de las fuerzas estadounidenses en Irak, en lo más alto de una legendaria carrera militar, el general David Petraeus fue elogiado por su jefe, el entonces secretario de Defensa Robert Gates, como «uno de los más grandes capitanes de batalla en nuestra nación».
La profunda admiración hacia Petraeus por sus décadas de éxitos enfundado en un uniforme hacen aún más notable que apenas un año después de retirarse para dirigir la CIA renunciara por un problema con una relación extramatrimonial.
A menudo se habló de él como un posible candidato presidencial republicano con base en el modelo de otro popular héroe de guerra, Dwight D. Eisenhower, ya que Petraeus construyó durante 37 años en el Ejército una reputación de líder hábil y agradable con un gusto por la publicidad.
Petraeus ascendió rápidamente en rangos luego de empezar como un ambicioso soldado, después de graduarse de la academia militar de West Point en 1974.
Astuto, elocuente, y competitivo, Petraeus forjó un récord excepcional de logros en el Ejército. AP
karen bleier / AFP