El doctor Manuel Mitsuf, quien fue víctima del secuestro en la ciudad mirandina, agradeció públicamente a sus vecinos, parientes, allegados y colegas por el apoyo que le brindaron durante la lucha por su liberación
Horas de miedo y zozobra fueron las que vivió el Médico Cirujano Manuel Mitsuf, desde que fue secuestrado el pasado 29 de octubre en la ciudad de Guatire del estado Miranda, hasta su liberación el primer día del presente mes. Su plagió generó un gran descontento entre sus allegados, quienes organizaron una serie de protestas a fin de exigir que dieran libertad al popular galeno, que labora en el Clínica Rojas Espinal y el Hospital General Guarenas-Guatire «Doctor Eugenio De Bellard».
Al conocer todas estas acciones de «solidaridad y aprecio», Mitsuf decidió expresar públicamente su agradecimiento a través del siguiente comunicado:
“Eternamente agradecido
A mi querido pueblo guatireño, pacientes, amigos,colegas, compañeros de trabajo y familia; no tengo ni creo que hayan palabras para manifestar mis respetos, afecto y emoción al ver, después de liberado, todas las muestras de solidaridad y cariño hacia mi persona, muestras que creo no merecer ya que mi única intención ante ustedes no fue sino cumplir con la labor que mi profesión me exigió y con la cual me comprometí desde junio de 1984, mes en el que formalmente me gradué de médico e hice mi juramento Hipocrático; el cual siempre he tratado de cumplir a cabalidad.
Durante el camino recorrido ejerciendo la profesión, fueron muchos los lugares del país donde me fui formando y adquiriendo experiencias cada día un poquito más; siempre sentí que en todos ellos los pacientes me enseñaron algo para mejorar, así que les dejé algo para recordar. Siempre y en cualquier circunstancia que me llevaba de visita por esos lares, encontraba las puertas abiertas y prendía el recuerdo de mi paso por esas hermosas tierras.
Pero no fue sino hasta 1991, que formalmente llegué a Guatire -específicamente al Hospital Eugenio P. De Bellard o mejor conocido como HGGG- donde me desarrollé como Cirujano General, que fue mi intención desde que llegué al servicio, además del interés de brindar atención médica a toda aquellas persona que necesitaran de mí, tratando siempre que el paciente se sintiera conforme, atendido, confortable y por supuesto, logrando una mejoría en su estado de salud.
A través de los años, he atendido innumerables casos, no sólo de mi especialidad sino en todas las que se atienden en nuestro hospital, ayudando incondicionalmente a resolver la causa de su asistencia a este centro de salud; pero no fue sino hasta este momento de zozobra, susto y terror que viví, que me di cuenta de lo que había sembrado a través de los años en la población de nuestro querido Guatire.
Agradezco con el corazón en la mano y con mi sentir a flor de piel, todos los esfuerzos que realizaron mientras estuve en cautiverio en pro de mi libertad. Me mantengo en deuda inmensa con todos y cada uno de ustedes, que con su granito de arena lograron un feliz término de esta terrible situación por la que tuve que pasar; siento que de no haber sido por las manifestaciones de apoyo en las calles, plazas, periódicos y la telefonía celular, el desenlace quizás hubiese sido otro.
Por otro lado lamento, que como en todo acontecimiento, gente inescrupulosa se haya dedicado a la tarea de difamar a mi esposa y suegra, que en todo momento hicieron sus mayores esfuerzos para lograr mi liberación. Quiero que quede claro que ninguna persona de mi entorno familiar ni amistades cercanas son sospechosas, ni tuvieron participación alguna en este hecho; ya el Cicpc se encargará de esclarecer lo ocurrido.
Gracias, gracias, mil gracias mi querido pueblo de Guatire.
Atentamente
Manuel P. Mifsut C.”
Anabel Barrios Díaz
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