Un tribunal del Vaticano condenó el sábado a un técnico en computadoras de la Santa Sede de haber ayudado al ex mayordomo papal en el escándalo de revelación de documentos confidenciales y le aplicó una sentencia de dos meses en suspenso.
Claudio Sciarpelletti, un italiano de 48 años que es analista de programas de computadoras en la Secretaría de Estado del Vaticano, había atestiguado antes en el juicio que no tuvo papel alguno en la filtración de los documentos, que después fueron material del libro de un periodista italiano que denunció corrupción en las altas esferas de la burocracia vaticana.
El mes pasado Paolo Gabriele, que servía al papa Benedicto XVI sus comidas y le ayudaba a vestirse para sus ceremonias, fue condenado en otro juicio por el robo de documentos del departamento papal, y cumple una sentencia de prisión de 18 meses en la Ciudad del Vaticano.
Gabriele y Sciarpelletti son los únicos empleados investigados formalmente en el caso, que disgustó al pontífice, puso en situación embarazosa a la jerarquía del Vaticano e hizo que muchos se preguntaran sobre la competencia de los mecanismos de seguridad de la Santa Sede.
El vocero del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, dijo a la prensa después del fallo que la investigación del robo de documentos «no está cerrada», pero no dio indicación de si hay otros sospechosos.
Sciarpelletti fue condenado por asistir a Gabriele emitiendo declaraciones conflictivas a los investigadores vaticanos acerca de un sobre hallado sobre su escritorio, dirigido a Gabriele.
El juez Giuseppe Dalla Torre citó los largos años de servicio de Sciarpelletti para suspender la sentencia, como también para disponer que la condena penal no aparezca en sus antecedentes. El juez, un laico, dijo que el tribunal llegó a la conclusión de que Gabriele «eludió las investigaciones de las autoridades» en el Vaticano.
El fallo, tras una hora de deliberación, fue emitido «en el nombre del papa Benedicto XIV!, dijo el magistrado.
Ambas partes tienen tres días para apelar. El abogado defensor, Gianluca Benedetti, indicó que apelará, pero no dio una respuesta concreta cuando se le pidieron detalles.
Los investigadores del Vaticano habían hallado el sobre sellado dirigido a «P. Gabriele», con documentos, en el escritorio de la oficina de Sciarpelletti.
El vocero vaticano Lombardi dijo que no estaba en claro si Sciarpelletti conservará su empleo en el Vaticano. Al condenado se le ordenó pagar los costos judiciales que ascendieron a unos pocos miles de dólares, agregó.
AP