Jodie Foster y Demi Moore cumplen este mes cincuenta años demostrando al mundo que Hollywood no castiga por la edad… si se sabe llevar con dignidad.
Madona, Kim Basinger, Michelle Pfeiffer y otras muchas son la prueba de que cumplir medio siglo no es una condena
Demi Moore hoy 50 años y Jodie Foster lo hará el venidero 19 de noviembre, demostrando al mundo que Hollywood no castiga por la edad… si se sabe llevar con dignidad. Si la primera todavía protagoniza papeles con solera, la segunda ha demostrado que los años no están reñidos con tener una figura, más o menos retocada, pero de portada.
La primera en cumplir cincuenta como si el tiempo no pasara por ella y en lo más alto de su carrera fue Madonna. Una mujer de rompe y rasga que rebasó la barrera del medio siglo sobre el escenario hace casi un lustro, y demostró al mundo que las cinco décadas no la impedían llevar con orgullo la corona de reina del pop, ni moverse como el primer día.
La ambición rubia ocupa el primer puesto, pero muchas otras cumplieron antes las cinco décadas con la cabeza bien alta: Kim Basinger, Michelle Pfeiffer, Sharon Stone o Andie MacDowell, son solo una muestra de las intérpretes que no han renunciado a la gran pantalla ni a su carrera por la edad.
El Club de los 50
Demi Moore y Jodie Foster, que cumplen hoy y el 19 de noviembre, respectivamente, serán las nuevas incorporaciones al club de guapas, exitosas y cincuentonas, aunque cada cual en su estilo y en un cliché del universo hollywoodiense: si Jodie Foster es el ejemplo de una carrera marcada por la elección de personajes complejos y una sabia evolución como directora, la de Moore está marcada por los escándalos personales y los personajes llamativos, aunque no siempre de calidad.
Las últimas noticias que se tienen de la ex de Bruce Willis son por su hospitalización por «abuso de sustancias», mientras que sus actuaciones destacables más recientes fueron la de ángel descarriado en «Charlie’s Angels: Full Throttle» (2003) y en «Flawless» (2007) junto a Michael Caine.
Lejos quedan éxitos de taquilla como «Ghost» con la que saltó a la fama, «G.I. Jane» o «Indecent Proposal», todos ellos trabajos de éxito; aunque lo cierto es que Moore, nacida Demetria Gene Guynes, siempre ha ocupado más páginas de prensa amarilla que de crítica especializada en cine.
Su matrimonio durante cinco años con el actor Ashton Kutchner, 16 años más joven que ella, su escultural figura y su cara inmaculada de arrugas han dado mucho que hablar en los últimos años y todo apunta a que así seguirá siendo.
Distinta ha sido la carrera de Foster, una de las voces más críticas y respetadas de Hollywood por su trayectoria y por las elecciones de sus trabajos. Con 14 años fue nominada a un Oscar por su papel en «Taxi Driver» y desde entonces no ha parado de crecer: dos Oscar como actriz y varias películas como realizadora, entre las que se encuentran «Little Man Tate» (1991) y «The Beaver» (2011), que presentó en la última edición en el Festival Venecia.
Foster es muy celosa de su intimidad y poco se sabe de su vida privada, tan solo que tiene dos hijos, Charles y Kit, aunque se desconoce la identidad de sus padres. La intérprete está empeñada en que se le conozca única y exclusivamente por sus proyectos, y parece que lo ha logrado.
Un selecto club
El club de «celebrities» que tienen o han rebasado la barrera de los cincuenta se amplía año tras año, gracias a dos cuestiones tan ciertas como contrarias: la asunción por parte del público de que la arruga también puede ser bella y el milagro de las mujeres entradas en años cuya piel parece indemne al paso del tiempo.
Así Sophia Loren sigue robando corazones como el primer día, Kim Catrall sorprendió a todos con el papel sexualmente más activo de «Sex and the City», mientras a nadie parece sorprender que las caras de Michel Pfeiffer, Kim Basinger o Sharon Stone permanezcan ancladas, y estupendas, al paso del tiempo.
Han rebasado esta edad Andie MacDowell, Angela Basset, Sigourney Weaver, Geena Davis o Rene Russo; mientras que Helen Mirren, Susan Sarandon y Olivia Newron-John, ya han llegado a la siguiente década, la de los sesenta, con igual dignidad y robando las mismas miradas.
Y es que cumplir los cincuenta, probablemente ya no será nunca más sinónimo de quedarse en casa haciendo punto, sino de disfrutar y aprovecharse de la experiencia y sabiduría que dan las arrugas, o la piel tersa, depende del dinero de cada una.
