Héctor Rodríguez Castro: Planificación para ser eficientes

El principal reto que se plantea el Gobierno Bolivariano, para el próximo período constitucional, es ser más eficiente en la construcción de una sociedad con la mayor suma de felicidad posible

Es necesario establecer tareas, tiempos y responsables concretos para poder cumplir de manera eficiente. Debemos sincerar, concretar  nuestros objetivos en planes de trabajo definidos, con una metodología de planificación previamente establecida

 

El principal reto que se plantea el Gobierno Bolivariano, para el próximo período constitucional, es ser más eficiente en la construcción de una sociedad con la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política. Para ser más eficiente debemos considerar varios ámbitos de la gestión pública, como la planificación de lo que queremos hacer, la organización, el equipo humano con el cual lo pretendemos hacer y finalmente el control y seguimiento de que dicha organización y dicho equipo humano efectivamente hagan, en tiempo y espacio, lo que está planificado.

Para aportar al debate nacional que se desarrolla en estos momentos, queremos presentar a la discusión algunas reflexiones sobre estos ámbitos, e iniciamos con estas ideas sobre la planificación y la eficiencia. No se puede ser eficiente si no sabemos qué queremos y cómo pretendemos hacerlo y cuando digo esto no me refiero sólo a los planteamientos generales. Estoy seguro de que queremos una sociedad más justa, más digna, más igualitaria, incluso estoy seguro de que, si nos planteamos ser más concretos, queremos que cada familia tenga una casa digna, que podamos caminar por espacios públicos agradables y de forma segura, que nuestros hijos tengan un sistema educativo público de calidad y que contemos con un excelente y gratuito sistema de salud. Pero para que estos planteamientos lleguen a ser o alcanzar la eficiencia, siguen siendo muy generales. Es preciso aterrizarlos aún más, es decir, debemos saber con exactitud qué queremos hacer y qué podemos hacer para alcanzar dichos objetivos y en cuánto tiempo los pretendemos realizar. Es necesario establecer tareas, tiempos y responsables concretos para poder cumplir de manera eficiente. Debemos sincerar, concretar  nuestros objetivos en planes de trabajo definidos, con una metodología de planificación previamente establecida.

 

Conseguir mayores capacidades

Otra dimensión de la planificación es la viabilidad económica y política de nuestras metas. Podemos querer llegar a la luna en una semana, pero no contamos aún con el conocimiento, ni con la tecnología para lograrlo, por lo tanto, si planificamos algo para lo cual no contamos con las herramientas, ni con el tiempo para alcanzarlo, lo más seguro es que en la evaluación final resultemos ineficientes. Debemos cruzar nuestras aspiraciones con nuestras capacidades económicas, tecnológicas y organizativas, esto no quiere decir que debemos permanentemente limitarnos a lo que hoy somos capaces de hacer, sino que parte de nuestros objetivos en la planificación y en consecuencia las tareas deben estar orientadas a conseguir mayores capacidades económicas, organizativas y humanas.

Finalmente, y no menos importante, la planificación debe ser legítima, debe estar en coherencia con las aspiraciones de la sociedad y debe incluir a la misma en los procesos de discusión y construcción de la planificación.

 

¿PARA DÓNDE VAN LOS GIGANTES?

Esta semana, las dos principales economías del mundo se han sometido a procesos de debate sobre la direccionalidad política. Los Estados Unidos han decidido,  a través de un sistema indirecto de elección, darle continuidad a la gestión, la cual ha sido liderada por el primer afrodescendiente que llega  a la presidencia de ese país. También, una gestión que dirige varias guerras en el mundo e intenta emprender  nuevas, a pesar de que se le otorgó un premio Nobel de la paz, quizás con la esperanza de que no le diera continuidad a esas acciones bélicas. Sin embargo, esa nación sigue presentándose ante el mundo con la arrogancia característica de todo imperio y que mira a Latinoamérica con desprecio.

En otra latitud, la segunda economía del mundo inicia el congreso del Partido Comunista Chino, máxima instancia de dirección y de decisión, donde seguramente se dará paso a una nueva generación de liderazgo para la próxima década.

Estos gigantes tendrán que afrontar y tomar decisiones en un mundo que atraviesa por la más profunda crisis económica de su historia. La mayoría de los países tiene varios años con decrecimiento económico, y aplicando políticas de austeridad que afectan a los sectores más humildes de la sociedad, ya que éstas se expresan en la disminución del gasto social como salarios, pensiones, salud y educación, lo que, en consecuencia, genera más pobreza en el mundo.

Igualmente, en un mundo donde no está garantizada la paz, a pesar de la creación de  Naciones Unidas, al finalizar la última Guerra Mundial, tenemos guerras en Afganistán, Irak, Libia, Siria y alta conflictividad en otras regiones del mundo. Estas naciones también enfrentarán una creciente crisis ambiental, que a su vez pone en riesgo la existencia misma del planeta. Ojalá estos gigantes utilizaran su poder económico y militar para ayudar al mundo a superar esta crisis económica y ambiental, lo que contribuiría a garantizar la paz.

América Latina ha venido reencontrándose, y ese reencuentro nos permite ser más fuertes, juntos también somos un gigante. Nuestra unidad será fundamental para asegurar un equilibrio de poderes en el ajedrez internacional y hablarles a estos gigantes en igualdad de condiciones y bajo respeto mutuo.

Nuestra contundente presencia en bloque, sin duda, presionará a que estos gigantes encausen sus fuerzas para luchar contra la pobreza, por la paz y por salvar el planeta.

 

LECTURAS POLÍTICAS

Héctor Rodríguez Castro

Hector@psuv.org.ve / Twitter: @HectoRodriguez

* Ministro del Poder Popular para el Deporte

Salir de la versión móvil