Entre los sitios en Internet más utilizados están Gmail y Facebook de los cuales ya he comentado bastante sobre como proteger la seguridad de tu cuenta y evitar el malware. Pues bien ahora Twitter se ha convertido en una vía para propagar malware y proteger tu cuenta es altamente recomendable.
En los últimos meses, los hackers han estado muy ocupados recopilando datos de acceso a sitios populares de Internet. Los miembros de Twitter están entre las últimas víctimas, pero antes lo fueron los de LinkedIn o Dropbox. El robo de contraseñas está aumentando, por eso, los internautas deben tomar algunas precauciones. La regla de oro es no utilizar la misma contraseña para distintos servicios. De esa forma, si tenemos la mala suerte de que nos roben una, los ciberdelincuentes no podrán acceder al resto de nuestras cuentas. Se puede producir un efecto dominó, que deje expuesta toda nuestra información, incluyendo los datos de las tarjetas de crédito. Eso puede conducir a una suplantación de identidad.
Tampoco vale reutilizar las misma claves, incluso en las distintas redes sociales. Cambiar de contraseña con una cierta regularidad también es una buena idea. Twitter recomienda emplear una contraseña robusta; debe tener una longitud mínima de diez caracteres y combinar letras mayúsculas y minúsculas con números y símbolos. Además, la dirección de correo electrónico asociada a la cuenta debe ser segura y privada. De esa forma, si el usuario olvida la contraseña, podrá conseguir instrucciones para restablecerla. De hecho, precisamente Twitter, para enfrentarse al reciente robo de contraseñas, ha reiniciado las cuentas y ha enviado un mensaje de correo electrónico a miles de miembros con instrucciones para restablecer el acceso.
Para restablecer la contraseña, el sistema de Twitter pide datos como el número de teléfono móvil o la dirección de correo electrónico asociada a la cuenta. La compañía asimismo insiste que es esencial verificar el inicio de sesión desde Twitter.com para evitar engaños. Es necesario mirar el dirección URL que figura en el navegador antes de introducir los datos de acceso a la cuenta. Otro consejo es no hacer clic en enlaces extraños, incluso aunque procedan de mensajes directos de amigos de la red social. Puede ser que la cuenta del remitente está comprometida por un ataque de malware. Y ojo con los acortadores de URL, que son tan habituales en ese sitio de microblogs. Al ocultar el dominio de destino, dificultan saber hacia dónde va el enlace. Existen alargadores de URL para navegadores como Internet Explorer y Firefox.
Otra recomendación importante consiste en ser cauteloso a la hora de dar acceso a tus claves de usuario a las aplicaciones de terceros. Estas aplicaciones están integradas dentro de la plataforma de Twitter y pueden resultar útiles, pero también son peligrosas. El usuario puede revocar el acceso desde la pestaña de Aplicaciones dentro de la configuración de su cuenta. Finalmente, existen programas gestores de contraseñas, que ayudan a crear contraseñas largas y seguras, como KeePass o LastPass. Conviene elegir un gestor de contraseñas universal que permita comprobar si la misma clave se está reutilizando en varios servicios. Además sirven para recordar las contraseñas e introducirlas.