Afectados exigen que se les proporcione un techo seguro dónde vivir
Un total de 31 damnificados entre ellos 15 menores, que se encontraban albergados en el refugio Willian Lara de Petare, fueron desalojados a la fuerza por una comisión de la GNB.
Los afectados narraron que fueron llevados al mencionado lugar, tras haber sido sacados a punta de pistola, por grupos armados de la urbanización dónde el Gobierno les había adjudicado una vivienda
Con niños en brazo y las pocas pertenencias que traían consigo, fueron dejadas en la calle 17 familias que habitaban en el refugio Willian Lara de Petare, también conocido como “El Fortín”, luego de que un comisión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), a cargo del General Francisco Lugo, les ordenara el desalojo.
“Nos dijeron o se salen por las buenas o los sacamos por las malas pero de aquí se van”, narró Leonela Patiño, quién además asegura que en medio de la desocupación tanto ella como otras afectadas sufrieron agresiones físicas por parte de los uniformados.
Y es que los damnificados fueron a parar al referido albergue, luego de haber sido sacados a punta de pistola, por grupos armados que imponen su propia ley en la urbanización donde le fueron adjudicas sus viviendas, hace unos ocho meses.
Denunciaron que las casas que el Gobierno les entregó en el complejo habitacional Santa Rosa, sector 3, en la carretera Charallave-Ocumare, les fueron arrebatadas por bandas delictivas que se dedican a sacar a las familias y venderle los inmuebles a terceros.
“Corríamos peligro, allá sólo se hace lo que estas personas deciden, vivíamos aterrados por sus amenazas, hasta que finalmente nos sacaron dejándonos sin nada y hasta nuestros enseres los vendieron”, dijo la mujer.
De igual forma, manifestaron que estos grupos cooperaban con grupos de invasores que ocupan de manera forzosa los inmuebles, imponiendo el terror.
Desprotegidos
Al verse desamparados y en la calle, los afectados decidieron trasladarse al Palacio de Miraflores, para exponer su situación y pedir la protección del Estado. Tras cuatro días de protesta, durmiendo en la calle y con apenas un poco de dinero para alimentar a los infantes, obtuvieron la ayuda oficial.
Fueron llevados al albergue ubicado en Petare, bajo la promesa de darle refugio hasta ubicarles una nueva vivienda. Sin embargo, los damnificados se llevaron una sorpresa cuando los efectivos militares le ordenaron el desalojo.
“Nosotros confiamos en ellos, al contarles la situación que allá se está viviendo les pedimos que lo investigarán y ahora quieren que regresemos. Eso no lo podemos hacer porque nos matan”, dijo Antonio Castillo, vocero de los afectados.
De acuerdo a la versión de los “sin techo”, los coordinadores del refugio no estaban contentos con su presencia allí, por lo que hicieron todo lo posible por sacarlos hasta lógralo.
Informaron que les pidieron regresar al urbanismo en Charallave, en donde fue instalada una mesa de diálogo con los Consejos Comunales. “Nosotros no aceptamos eso porque son ellos mismos los que han infundido terror en la comunidad, eso sería ir directo al matadero”, expresó el hombre.
De vuelta a Miraflores
Sin tener lugar a dónde ir, los damnificados que fueron sacados del refugio, informaron que se apostarían de nuevo a las afueras del Palacio de Gobierno, para exigir que les proporcione un techo donde vivir.
En este sentido, le hicieron un llamado al Presidente Chávez, a que atendiera su situación. “Abra los ojos y vea lo que está pasando y lo que está haciendo su gente, nos prometieron viviendas dignas y lo que obtenemos a cambio es peligro y humillaciones”, exclamó Leonela Patiño.
Nelyabith Bello
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