En Madrid, y tras la gran manifestación que cerraba el paro, grupos antisistema chocaron violentamente con la policía cuando intentaban derribar las vallas de acceso al Congreso de los Diputados
MADRID. Trabajadores de la Unión Europea se unieron el miércoles en una protesta global contra el desempleo y las políticas de recortes en una jornada de manifestaciones y huelgas que barrieron el continente y concluyeron con violentos enfrentamientos en España.
Las marchas más multitudinarias se realizaron en el sur de Europa, mientras que los países del norte como Dinamarca y Alemania, cuya situación económica es mucho más holgada, apenas registraron mínimas concentraciones.
España se convirtió en protagonista con la convocatoria de la segunda huelga general contra el gobierno conservador en menos de un año.
En Madrid, y tras la gran manifestación que cerraba el paro, grupos antisistema chocaron violentamente con la policía cuando intentaban derribar las vallas de acceso al Congreso de los Diputados.
También hubo incidentes en Barcelona, con enfrentamientos entre algunos manifestantes y agentes antidisturbios, que dispararon balas de goma para dispersar la protesta.
La jornada se saldó con más de 120 detenidos en todo el país, 40 de ellos en Madrid, y unos 80 heridos leves.
La imagen de los enfrentamientos, con varios contenedores ardiendo, calles cortadas y abundante destrozo de mobiliario urbano, empañó una huelga que discurrió con normalidad y que al igual que en el paro del 29 de marzo tuvo un seguimiento muy desigual.
Sectores industriales como plantas automovilísticas amanecieron paralizados, mientras que la incidencia en el transporte fue alta en ciudades como Madrid o Barcelona y baja en otras capitales. La huelga fue casi imperceptible en servicios y comercios, que optaron mayoritariamente por abrir sus puertas.
Los sindicatos convocantes de izquierda cifraron en 76% el seguimiento medio de los trabajadores, mientras que el gobierno consideró escaso su impacto. El termómetro más objetivo que suele usarse en estos casos indicó un descenso de 12% en el consumo eléctrico con respecto al gasto de una jornada laborable normal, según Red Eléctrica Española.
España soporta un desempleo de 25% y los sindicatos insisten en que el gobierno debería convocar un referéndum sobre las políticas de recortes, que han incluido drásticos tijeretazos al gasto público en áreas como sanidad y educación y fuertes subidas de impuestos.
«Por supuesto que es una huelga política contra las políticas suicidas y antisociales del gobierno», admitió Ignacio Fernández Toxo, secretario general de Comisiones Obreras.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, consideró que la huelga «no es el camino para reducir la incertidumbre que nos afecta»
Los trabajadores de Portugal, Italia, Bélgica y Grecia acompañaron a los españoles en la jornada de protesta con marchas y paros parciales en algunos sectores.
La crisis de deuda soberana que afecta a los 17 países que comparten al euro desde hace tres años ha provocado una ola de recortes y subas de impuestos que han golpeado el estado de bienestar europeo.
La tasa de desempleo de la eurozona es de 11,6%, llegando a casos extremos de 25% en España y Grecia.
AP